Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
Vaya por delante mi agradecimiento a todas las personas e instituciones que me han invitado a distintos eventos con motivo de la Feria de Mollina, primero, y la Feria de Málaga, después, pero este año he terminado exhausto, por lo que ruego clemencia a los sitios en los que, por motivos de agenda, ya que también he tenido que estar trabajando, no he podido desfilar y disfrutar. Como colofón y cierre, ayer estuvimos almorzando en Treintaytres Resto bar, visita que ya viene siendo tradicional por estas fechas (ver “Y que no falte” M. Velasco, 2018)[1], donde probamos el menú de feria, a base de puntillitas, pulpo, boquerones fritos, pimientos del padrón y otras viandas.
Arriba te dejo una instantánea de una de las bebidas que nos acompañó, un Botani tinto de Jorge Ordoñez, de la variedad de uva Garnacha, típico color cereza a la vista, con toques violetas, y aromas a frutas maduras, la verdad es que me esperaba más volumen en boca, tal vez la temperatura lo atenuó pero, en cualquier caso, me inundó su sabor frutal. Puede que sea un vino que marida mejor con carne que con los productos que degustamos, fundamentalmente pescados y mariscos. De todas formas, un agradable momento culinario en compañía de personas proactivas. Terminó para mí la larga semana de feria[2]. Fuente de la imagen: propia[3].
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2018). Y que no falte. Sitio visitado el 24/08/2019.
[2] Quedan la de Ronda y la de Fuengirola, entre otras, pero eso serán otras historias.
[3] Parte de este texto también se ha editado en el sitio VINOPOST, bajo el título "Botani Garnacha".