miércoles, 29 de mayo de 2019

Consecuencias de los cambios demográficos

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Parte de la tarde del martes la pasé hojeando el Informe Anual 2018 del Banco de España (BE), que fue presentado ayer por el Gobernador. El legajo económico contiene una revisión de la evolución económica y financiera española, así como los principales riesgos y vulnerabilidades de la economía en el corto y largo plazo[1]. El Informe consta de un primer capítulo en el que se analiza la situación de la economía española en un entorno global incierto como es el actual y se repasan tanto los elementos de soporte como los de fragilidad ante posibles perturbaciones. Se abordan los principales retos para conseguir un crecimiento equilibrado y sostenible en el tiempo. En los siguientes capítulos temáticos se estudian los determinantes de la baja inflación en la Unión Económica y Monetaria (UEM) y en España; el diseño de la política monetaria en el medio y largo plazo y las consecuencias económicas de los cambios demográficos. 

Como parece que los medios de comunicación españoles ya se han hecho eco de la generalizada crítica sobre la oposición del BE a la limitación del precio de alquiler de la vivienda española, en esta mañana de miércoles voy a transcribir algunos de los comentarios finales del informe, que también considero relevantes A lo largo de este siglo, la población en edad de trabajar de los países desarrollados se estancará y su peso dentro de la población total disminuirá drásticamente. Y es que, según el BE, las consecuencias económicas y sociales de los actuales cambios demográficos afectarán no solo las políticas sociales dirigidas a la protección de la población de mayor edad (pensiones, salud, dependencia), sino también el funcionamiento de los mercados de bienes y servicios, de trabajo y financieros, y los mecanismos de transmisión de las políticas macroeconómicas (monetaria y fiscal) 

Lo anterior, probablemente propicie que el crecimiento potencial se ralentice, por el menor crecimiento de la población en edad de trabajar y por los posibles efectos adversos de los cambios demográficos en el crecimiento de la productividad[2]. Igualmente, la acumulación de deuda a nivel global durante las últimas décadas, plantea retos de calado en varias dimensiones económicas clave, como son las relativas al potencial de crecimiento, al funcionamiento del estado de bienestar o a las trasferencias de riqueza entre generaciones. El BE entiende necesario que los diversos instrumentos de política económica[3], tengan en cuenta los cambios demográficos, que anticipen sus consecuencias e implementen medidas que aminoren sus efectos negativos[4]. Fuente de la información: BE. Fuente de la imagen: mvc archivo propio. 
______________________________________
[1] Si quieres acceder al documento, clickea AQUÍ
[2] A pesar de la nueva ola de avances tecnológicos basados en la robótica y en la inteligencia artificial. 
[3] Ya sean los dirigidos a la estabilización económica como los que tratan de promover el crecimiento económico. 
[4] Cuidando en todo momento de que la distribución de los costes asociados a ellos sea equitativa desde el punto de vista tanto intrageneracional como intergeneracional.