viernes, 21 de diciembre de 2018

Hacia reestructuraciones empresariales exitosas

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
No hace mucho, en el texto "Con profesionalidad y empatía"[1], te daba "la buena nueva" de otra empresa que he tenido la oportunidad de administrar judicialmente y que ha salido exitosamente del concurso de acreedores. Igualmente, si eres seguidor del sitio “Insolvencia"[2], sabes de mi actividad profesional en esa especialidad, que si bien ahora ya es residual, no por ello es menos importante en el aspecto cualitativo y de "sufrimiento operativo", por lo que me sigue interesando toda información que venga de Europa sobre el referente. Y es que, según la Unión Europea (UE), las empresas y los individuos de este territorio están extendiendo cada vez más sus actividades comerciales a nuevos países de la UE y, si se vuelven insolventes, puede afectar directamente el buen funcionamiento del mercado interior. El Consejo Europeo estableció el primer marco común para los procedimientos de insolvencia en Europa, un reglamento sobre los procedimientos de insolvencia, reglas sobre insolvencia transfronteriza que se actualizaron y modernizaron en 2015, desviándose de la liquidación e intentando ayudar a las empresas a superar sus dificultades financieras, al tiempo que protegen el derecho de los acreedores a recuperar su dinero. Como siguiente paso, la UE está liderando una iniciativa de insolvencia que permitiría que empresas viables en apuros sean rescatadas y a los individuos en bancarrota se les dé una segunda oportunidad: Propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a los marcos de reestructuración preventiva, segunda oportunidad y medidas para aumentar la eficacia de los procedimientos de reestructuración, insolvencia y baja.

Recientemente, en el sitio Administración Concursal, informaba del alcance de un acuerdo político entre el Parlamento Europeo (PE) y los Estados miembros de la UE sobre un conjunto de normas europeas sobre insolvencia empresarial. Según sus representantes, la introducción de normas comunes a nivel de la UE hará que los procedimientos de insolvencia, reestructuración y descarga sean más eficientes, basándose en los sistemas que ya funcionan bien en los Estados miembros, alentando a las empresas a reestructurarse pronto para que su valor se pueda preservar mejor y se puedan ahorrar más empleos. También, les dará a los empresarios honestos una segunda oportunidad para iniciar un nuevo negocio en lugar de ser penalizados por fallar en su primer intento de negocios. Con estas nuevas reglas, también se eliminarán barreras para la inversión transfronteriza y se contribuirá a la construcción de una Unión de Mercados de Capitales.  El siguiente paso es la adopción del texto de manera formal por el PE y el Consejo de la UE en formato Directiva en el área de reestructuración, insolvencia y descargo de deuda, centrada en tres elementos clave. Por un lado, los principios comunes sobre los marcos de reestructuración preventiva, que ayudarán a las empresas viables en dificultades financieras a negociar un plan de reestructuración con sus acreedores, a continuar su actividad y conservar los empleos[3]. Actualmente, la mitad de los europeos dicen que no iniciarían un negocio por miedo al fracaso. Finalmente, medidas específicas para que los Estados miembros aumenten la eficiencia de los procedimientos de insolvencia, reestructuración y descarga[4]
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[1] Velasco Carretero,, Manuel. Con profesionalidad y empatía. 2018. Sitio visitado el 21/12/2018.
[2] Sitio visitado el 21/12/2018.
[3] Por otro, reglas para permitir que los empresarios insolventes honestos se beneficien de una segunda oportunidad, ya que serán liberados completamente de su deuda después de un período máximo de 3 años, con exenciones justificadas para evitar abusos. 
[4] Este texto está dedicado a David, Lola, Álvaro, Nieves, Sebastián, Cristina, José y Carlos, con los que no he podido estar para el brindis corporativo.