lunes, 4 de diciembre de 2017

Sorteando prácticas gerenciales inútiles

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Recibí copia de un mensaje donde se le trasladaba al receptor la enhorabuena por lo bien que se había expresado. Pequeño gran detalle ese de la expresión adecuada, perenne asignatura pendiente en mi caso. Pero existen otros pecados más graves en la gestión y dirección empresarial, como la consabida y siempre ignorada mala praxis en la gerencia de los negocios. Así que para el fin de semana pasado me propuse re-hojear el texto de Craig Hickman, Management Malpractice: How to Cure Unhealthy Management Practices That Disable Your Organization[1], que traducido con mi inglés de los Montes de Málaga es algo así como “Mala praxis gerencial: cómo sortear las prácticas que invalidan la organización”.

Para Craig, la mayoría de los líderes están de acuerdo con que una cierta insatisfacción con el statu quo es positiva. Algunos directivos incluso consideran que dicha insatisfacción debe ser alentada y promovida. Igualmente, si bien existen empresas que proclaman a diestro y siniestro que su personal es su bien más valioso, la realidad es otra, y no todos los colaboradores son tratados como tales. Se pregunta el autor ¿Por qué siguen suscitando esta falsedad? No sé si lo hacen consciente o inconscientemente, pero, en todo caso, con ese tipo de práctica lo que realmente están propiciando es una perpetuación de mala praxis, en el sentido que ciertos empleados de condición se sientan mejor que los empleados de otra condición.

EL autor intenta dibujarme una perspectiva de los desiguales desajustes que se suelen cometer periódicamente en el día a día de una empresa, caminando por cuestiones relacionadas con la innovación, los recursos humanos, los equipos de trabajo, el liderazgo o la cultura empresarial. Y es que cuando los directivos no son capaces de implementar los principios gerenciales que han fortalecido y unificado a las grandes empresas o cuando condescienden que dichos principios sean esgrimidos en beneficio de ciertos individuos en específico, se carcome la viabilidad empresarial. Cuando estos deslices directivos no son denunciados y subsanados, nos encontramos ante una mala praxis directiva, que socava la moral, la productividad y a la propia organización. 
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[1] Craig R. Hickman. Management Malpractice: How to Cure Unhealthy Management Practices That Disable Your Organization. Editorial Platinum. 2005.
[2] Este texto también se ha editado en el sitio BOOKPOST, bajo el título "Mala práxis gerencial" (Fuente de la imagen: mvc archivo propio).