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El caso es que si esos rumores se van propagando ¿Saldrán a la palestra los implicados a refutarlos antes que La Sexta o El Confidencial contacten con ellos? Mientras te escribo, he recordado el texto publicado hace unos años en The Economist, How firms should fight rumours[3], que fácilmente he localizado para ti a estas horas del alba. Traducido[4] es algo así: “Cómo las empresas deben luchar contra los rumores”, donde se apunta que un rumor puede iniciarse de muchas formas, por ejemplo: “No sé si es cierto, pero me dijeron que empresas de fulanito aparecen en los Papeles de Panamá”. A partir de ahí, y siguiendo el artículo, se pasa a “¿Sabías que…?” y así sucesivamente, de forma que aunque no se quiera, el rumor va echando raíces y expandiéndose rápidamente. Basándose en un trabajo de investigación, se aconseja en el artículo que los implicados deben presentar una oleada de mensajes proactivos sobre ellos mismos o sus empresas, de forma que inhiban oxígeno a los falsos testimonios y propicien que los demás dudemos de los horrores que se rumorean[5].
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[1] Sitios visitados el 11/05/2016.
[2] Emuladores de Sherlock Holmes.
[3] The Economist, How firms should fight rumours. 2011. Sitio visitado el 11/05/2016.
[4] Con mi inglés de los Montes de Málaga.
[5] Fuente de la imagen: mvc archivo propio.