viernes, 26 de febrero de 2016

Poco honorable

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Se le atribuye a Sofía Mazagatos la frase “trabajando, me dejo la piel en el pellejo”[1]. Me acordé de ese desafortunado y cómico comentario al escuchar al último presunto corrupto decir que se había dejado la piel por su partido. En otros países, por el presumible copia y pega en una tesis, se dimite. En España, unos por deshonestidad y otros por mirar a un lado, tenemos un penoso, por no decir asqueroso, concepto del honor y que da pie a reflexiones como la de G. Llamazares, recogida hace un año por Pilar Portero y Ana Cañil en El Huffington Post, “La ´honorabilidad´de los corruptos"[2] y que me tomo la libertad de transcribir: "Honorabilidad nos remite a la Edad Media, a la época de los señores feudales, como si fuese un título del que el resto carecemos". 

"Da la impresión de que la honorabilidad existe al margen de las acciones. Es un concepto de clase, como el de ser de familia bien, algo intrínseco. Y esos lugares comunes los usan incluso los que deberían luchar contra ello". O sea, que los corruptos españoles se dejan la piel en el pellejo de la honorabilidad. Más bien, poco honorable, diría. En el postHonorabilidad[3] reflexionaba sobre el significado del honor en una determinada actividad profesional, confesándote que no me satisfacía la definición del diccionario, compensándome más la definición del adjetivo honorable, es decir, honrado y que merece el respeto o estima de sus semejantes. Obviamente, los comportamientos deshonestos o imprudentes se encuentran en las antípodas de lo distinguido, digno o noble. 

Pero parafraseando el texto, tampoco consiste en que el político cumpla exclusivamente con el ordenamiento jurídico que le es aplicable, sea éste legal o costumbre, sino algo más, puesto que “la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino también parecerlo”. Es un sentimiento ligado a un tránsito por el camino, sea éste profesional, institucional o político, sujeto a una ética y moralidad por encima, digamos, de la media de la sociedad, indicador que desgraciadamente se encuentra por debajo de los mínimos legales; basta mirar la trayectoria de algunos de nuestros representantes legales. A continuación te dejo para este fin de semana la película “Con su misma Arma” (Slightly Honorable, "Poco honorable" 1940)[4] (Fuente de la imagen: mvc archivo propio).
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[1] Ver Frases célebres
[2] Pilar Portero, Ana Cañil.  La ´honorabilidad´de los corruptosHuffington Post. 2015. Sitio visitado el 26/02/2016.
[3] Velasco Carretero, Manuel. Honorabilidad. Sitio Compliance. 2010. Visitado el 26/02/2016.
[4] Joya del cine en blanco y negro, alojada en Youtube por CINETEL MULTIMEDIA, donde un honesto abogado, John Webb (Pat O'Brien), conocido por su férrea cruzada contra la corrupción, se ve inculpado en el asesinato de una célebre joven, por un político sin escrúpulos, Vincent Cushing (Edward Arnold), quien únicamente busca su destrucción.