jueves, 8 de enero de 2015

Eneagrama de personalidades

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Anoche me quedé dormido leyendo el tema “Cómo tratar con personalidades difíciles”, de la disciplina Técnicas de Negociación del Grado en Derecho de la Unir. Debió ser tan profundo el sueño que al poco tiempo me invadió, camino de visitar a Morfeo, que cuando me he despertado esta mañana, estaban todas las páginas a modo de alfombra, aterrizando la aún soñolienta mirada en las anotaciones de las ideas claves sobre George I. Gurdjieff, filósofo de origen ruso, y su curiosa “Doctrina del cuarto camino”, que mezcla principios de cuatro religiones: budismo, hinduismo, sufismo y cristianismo ortodoxo. 

Además del preceptivo repaso o estudio, el motivo de la nocturna lectura acerca del trato con personas difíciles no era otro que la previsión de lo que este año[1] me pueda deparar en esas lides. Según la corriente filosófica, todas las personas pertenecemos a uno de los nueve tipos de personalidad que se recogen en un eneagrama[2], donde cada individuo es una mezcla de varias de esas nueve personalidades: perfeccionista, altruista, triunfador, romántico, observador, escéptico, hedonista, entusiasta y mediador (Fuente de la imagen: Wikimedia Commons). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: mvc.
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[1] 2015, que acaba de empezar.
[2] Diagrama en forma de estrella de nueve puntas.