Fuente de la imagen: rvs/2014 |
Percibí su interés en ayudarme, en buscar puntos de encuentro que favorecieran la posición comercial. Con independencia que se llegue o no a un acuerdo, cuando el marco negociador cumpla todo el condicionado y plazos, debo decir que fue todo un “lujazo” profesional disfrutar el momento. Terminó el encuentro sin frases típicas, estrechándome la mano de forma correcta y receptiva, con una sonrisa franca y una faz globalmente considerada, mientras mi cerebro procesaba la felicidad de haber conocido a ese forastero en tierra, tal vez, no tan extraña para él, haber disfrutado de la conversación y, sobre todo, de la escucha activa[1].
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[1] Si puedes, recarga pilas en este fin de semana (a mí me toca arrimar el hombro con el estudio, pero sin desatender el descanso y la reflexión).