viernes, 23 de mayo de 2014

Contradicciones

Fuente: CDD20 en pixabay
La Unión Europea (UE) es una comunidad política de derecho constituida en régimen de organización internacional, sui generis, nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los estados y los pueblos de Europa (Fuente: UE). Según sus postulados, promueve la integración continental por medio de políticas comunes que abarcan distintos ámbitos de actuación. Y por si lo anterior no fuera suficiente en el aspecto social, en 2012 la Unión Europea ganó el Premio Nobel de la Paz, que fue otorgado por unanimidad de todos los miembros del jurado por su contribución durante seis décadas al avance de la paz y la reconciliación, la democracia, y los derechos humanos en Europa. 
En referencia a la protección social e inclusión social y centrándonos en la presunta fase política actual[1] que leemos en la página web de la organización, la Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, establece metas para sacar por lo menos a veinte millones de personas de la pobreza y la exclusión social y aumentar al 75% la tasa de empleo del grupo de personas con edades comprendidas entre 20 y 64 años. Las iniciativas emblemáticas de la Estrategia Europa 2020, y en especial la Plataforma Europea contra la Pobreza y la Exclusión Social y la Agenda de Nuevas Cualificaciones y Empleos, deberían favorecer los esfuerzos para alcanzar esas metas. 

A través del Paquete de Inversión Social, la Comisión ofrece orientaciones a los Estados miembros para la modernización de sus sistemas de protección social con el objetivo de la inversión social a lo largo de la vida. Como las políticas sociales forman parte de la Estrategia Europa 2020, la Comisión también apoya los esfuerzos de los países de la UE para superar los retos sociales, a través de las medidas previstas en la Plataforma contra la Pobreza y la Exclusión Social y el Paquete de Inversión Social y los fondos de la UE, en particular el Fondo Social Europeo.  En cuanto a la cooperación política, la Comisión trabaja mano a mano con los países de la UE a través del Comité de Protección Social recurriendo al Método Abierto de Coordinación (MAC) en los ámbitos de la inclusión social, la asistencia sanitaria y la asistencia a los enfermos crónicos, y las pensiones (MAC social), proceso voluntario de cooperación política que se basa en establecer objetivos comunes y evaluar los avances hacia su consecución por medio de indicadores comunes. En cuanto a vivir y trabajar en el extranjero, dicen los axiomas de la UE que ésta y sus países miembros colaboran para lograr que vivir y trabajar en el extranjero sea más fácil, coordinando los distintos sistemas nacionales de seguridad social de forma que los trabajadores sigan percibiendo sus pensiones y prestaciones de seguridad social aunque cambien de trabajo y de país. 

Y después de que Alemania se aproveche de la mano de obra de la inmigración (por no hablar del aporte a su cada vez más invertida pirámide de edad), llega la canciller alemana, Angela Merkel, afirmando en una entrevista publicada por el diario "Passauer Neue Presse"[2] que la UE "no es una unión social", mostrándose a favor de que se endurezcan las condiciones para optar a la prestación mínima que se otorga ahora a todos ciudadanos de Los Veintiocho -al equipararlos a los alemanes- por el mero hecho de buscar empleo y si no tienen ingresos. En fin. Tiene que venir la OCDE para informar que el milagro económico alemán está directamente vinculado con la llegada de inmigrantes, destacando que en un país tan envejecido, si no fuera por la llegada de extranjeros cualificados, la economía no podría crecer así. Con estas contradicciones, se entiende cada vez mejor la desafección que prende en la sociedad española por todo lo que viene de Europa o huele a europeo, por mucho que los dinosaurios tipo González, incluso el supuesto euroescéptico de Aznar, se empeñen en defender sus cuestionadas y siempre relativas bondades, exceptuando las insultantes prebendas de los eurodiputados, pero ese presupuesto retributivo no es magnanimidad, sino más bien perversidad (ver post "Cabreado, triste o desafectado"[3]). imagen incorporada con posterioridad; fuente: CDD20 en pixabay.
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[1] C O M P R E N D E R L A S P O L Í T I C A S D E L A U N I Ó N EUROPEA. László Andor, comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión. http://europa.eu/pol/pdf/flipbook/es/employment_es.pdf
[2] Fuente: lainformación.com
[3] Velasco Carretero, Manuel. Cabreado, triste o desafectado. 2014. Sitio visitado el 23/05/2014.