Fuente de la imagen: Hans en pixabay |
Habitualmente, era la empresa que contrataba al estudiante al final de sus estudios
la que pagaba la pantoufle. Hasta aquí todo normal. Pero en la actualidad[4] puerta giratoria o pantouflage designa
de forma coloquial el hecho de que un alto cargo público se marche a trabajar a
una empresa privada, obteniendo beneficio de su anterior ocupación pública y
eventualmente produciendo conflictos de interés entre la esfera pública y la
privada, generalmente en beneficio del interés privado y en perjuicio del
interés público. El término se aplica también a los políticos que tras una
elección o tras la pérdida de una cartera ministerial, ocupan un puesto de gran
remuneración en una empresa privada, en ocasiones con unas responsabilidades
limitadas, centrándose casi exclusivamente en la práctica del
"lobbying", mientras esperan la ocasión de volver a la escena
política.
Dicen expertos tertulianos que estos políticos que practican
el pantouflage, revolving door o puerta giratoria, tienen todo su derecho. Aunque
existiera una total transparencia en su contratación y su actividad a
desarrollar fuera meramente simbólica, no estoy en absoluto de acuerdo con que
ejerzan puestos en el sector privado. ¿Qué pasa con el conflicto de intereses,
la ética y la moralidad? Por ejemplo, como ciudadano español, me duele que
Felipe González sea consejero de Gas Natural y José María Aznar de Endesa, por
la deontológica relacionada con la intromisión de las esferas de influencia de
estas “grandes empresas” en los intereses generales de los españoles. Creo que
a estas alturas del alba, sobran mis palabras. Te dejo en el encabezamiento un
cuadro (fuente: medios de comunicación) con algunos de los susodichos, pero la lista es mucho
más larga. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Hans en pixabay.
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[1] Del inglés revolving door.
[2] Que ya he referenciado indirectamente en algunos textos.
[3] Grasso, Daniele. Del Consejo de Ministros al Consejo de Administración los Pasillos entre el Congreso y la Empresa. El Confidencial. 2013. Sitio visitado el 30/12/2013.
[4] Como ya se ha descrito en el primer párrafo del texto.