Apadrinamientos

Fuente de la imagen: Tumisu en pixabay

Hace unas semanas, me comentó un contacto que iba a dedicar doscientos cincuenta euros de dudosa procedencia (el pagador no quería factura) en apadrinar, junto con otros pequeños (pero grandes de corazón) mecenas, los estudios de una joven de su pueblo, que hasta junio estaba realizando Derecho en la Universidad de Málaga, al tiempo que es la única que trabajaba parcialmente en su familia. Tiene aprobado el curso pero, parece ser, sin nota suficiente para la ayuda. El susodicho no quería quedarse con ese dinero y, religioso él, piensa que actúa de correa de transmisión de los designios del Supremo. Te comento esa anécdota porque ayer escuché y leí en varios medios de comunicación, que la presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas y rectora magnífica de la Universidad de Málaga, Dña. Adelaida de la Calle, propone el apadrinamiento de aquellos estudiantes que no pueden pagar las matriculas.

Con todo respeto, esta acción de emergencia[1], que seguro será bienvenida para todas aquellas personas aprobadas y en zona de exclusión, la catalogo como un parche y no solución, ya que, aunque sea coyunturalmente, sustituirá el quehacer del Estado en el bienestar, por la acción civil, cuando se supone que pagamos impuestos, por ejemplo, no para tapar agujeros financieros de entidades financieras, sino, precisamente, para mantener objetivos constitucionales como la sanidad y la educación. Llegado a este punto y en la hora del alba de este primer viernes de septiembre, reflexiono que si la clase política es la que nos ha traído a esta sinrazón económica y social y tiene que ser la sociedad civil la que tome cartas en el asunto[2], sobra la clase política ¿No? Creo que esta mañana, ante tanta evidencia, lo que empiezan a sobrar son mis palabras. Si puedes, recarga pilas en este fin de semana (Fuente de la imagen: sxc.hu y elaboración propia). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Tumisu en pixabay.

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[1] Al igual que la de mi amigo semanas antes.

[2] Dando de comer al hambriento, beber al sediento, pagar matrículas, cuidar enfermos, arreglar calles, …