Fuente de la imagen: archivo propio |
Es trascendental no escurrir el bulto. Indudablemente, pueden
existir momentos en los que no esté a la altura comercial que demanda el
producto o servicio que vendo o el cliente que atiendo y, por derivación, debo recabar
información sobre el asunto, instruirme más, escuchar con el corazón la disquisición
del desajuste y, por supuesto, agradecer la confianza en la transferencia de la
crítica y pedir perdón de forma sincera. Si tengo la suerte que me dé un poco
de cuartelillo, le traslado mis reflexiones y las propuestas de solución y
avance. Por último, en el peor de los casos, que no consiga cubrir las expectativas
del cliente, me quedará el sedimento de
conocimiento, a lo poso de buen café, generado en la experiencia de la frustrada venta, que me servirá
para afrontar nuevas lides comerciales (fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: archivo propio.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. ¡Puerta! 2011. Sitio visitado el 04/06/2013.