Fuente de la imagen: Nile en pixabay |
Al
decirles que “tropecientos” papeles dan para mucho y para nada (si no, que se lo
pregunten a Bárcenas y su caso), requirieron más precisión en la
respuesta. Centrándome en el documento sobre el que demandaban opinión,
apunté que era de valorar la claridad y el sencillo pero efectivo enfoque del grupo
redactor, por encima incluso de la rigurosidad o método tradicional de
elaboración de un plan de negocio. Por mucho que se sigan empeñando las
escuelas de negocio, donde han estudiado los socios del despacho, en lo
contrario, hoy inversores, acreedores e, incluso, entidades financieras, coinciden
en la importancia de una redacción sucinta, precisa, clara, diferenciadora y
con retazos diestros de visionaria. Después, la realidad se encargará de refrendar o no su bondad predictiva,
pero eso será otra historia (fuente de la imagen: sxc.hu).Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Nile en pixabay.
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[1] Fuente “No todo está derecho”. Sitio visitado el 09/06/2013.