Fuente de la imagen: Capri23auto en pixabay |
Así que inserté los datos en el dispositivo gps y puse rumbo por la carretera comarcal, disfrutando de la conducción entre olivos, mientras escuchaba “Breakfast in America”, de Supertramp. Ya en el pueblo, tomando una cerveza en el único bar actualmente abierto al público (el otro se quemó), me cuentan que uno de sus productos estrella son las cerezas (su fiesta cae en junio, dependiendo de la cosecha), lo que me hizo recordar los cerezos de la infancia, allá en las huertas de Ronda, cuando asignaban al niño la recolección del fruto, trepando el pequeño por el tronco del árbol y encaramándose en sus ramas, donde alargaba su trémula mano para desclavar los racimos con sus adornos de color rojo pardusco,
a modo de runas acorazonadas.
Llegué justo a Málaga, sólo a tiempo de reponer alguna
fuerza y concurrir a las clases jurídicas previstas para la tarde. Al
crepúsculo, todavía resonaban en mi mente las sublimes sensaciones y reminiscencias
vividas al mediodía. Te dejo un vídeo, subido a Youtube por engel1132, con la
versión audio de la creación de engel, siendo uno de sus párrafos el que te he
transcrito al inicio del post (fuente de la imagen: página web del ayuntamiento de Castillo de Locubín). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Capri23auto en pixabay.