miércoles, 14 de noviembre de 2012

Silencioso y Definitivo Poder

Fuente de la imagen: succo en pixabay
Según la Biblioteca Global Virtual, Siguiendo a Sánchez[1] y Sagorday y otros[2], la huelga o paro es la suspensión colectiva de la actividad laboral con el fin de reivindicar mejoras en las condiciones de trabajo o manifestarse contra recortes en los derechos sociales, siendo para la Organización Internacional del Trabajo uno de los medios legítimos fundamentales de que disponen los ciudadanos para la promoción y defensa de sus intereses económicos y sociales. 
Siguiendo en la consulta del wiki compendio virtual, una huelga general o paro general es suspensión de los procesos productivos que afecta simultáneamente a todas las actividades laborales, es convocada por el movimiento sindical y puede ampliarse a otras organizaciones sociales como estudiantes, parados o desempleados, jubilados, pudiendo recibir apoyo de sectores no tradicionales del movimiento obrero, cuando las reivindicaciones afectan a todo el conjunto social, como puede ser el caso que nos ocupa: la terrible crisis económica y financiera que padecemos. Sí. Llegó el 14-N y con él la Huelga General en España. 

Ayer, le decía a un contacto que esta convocatoria sería distinta a la última, puesto que me da la impresión que las personas de este país, y en concreto en mi ámbito de relaciones, ya sean de derechas o de izquierdas, conservadoras o progresistas, parte del pueblo, al fin y al cabo,  no están de acuerdo en las soluciones propuestas por las distintas instituciones nacionales y supranacionales y cómo se están promocionando y desarrollando los acontecimientos políticos, económicos y financieros para, supuestamente, salir de este enorme hoyo sin fondo en el que unos pocos nos han metido. También,  le decía a un grupo de colaboradores y colaboradoras que hay que tener respeto, tanto hacia el individuo que ejerce su derecho a ir a la huelga, como hacia aquél o aquélla que profesa su derecho a trabajar o a no manifestarse. Por muy grave que sea el problema, no podemos perder los papeles y debemos navegar en el civismo que ha embriagado a la mayoría de este sufrido pueblo durante las últimas décadas.

Finalmente, la clase política en su conjunto, a la vista del resultado, debería reflexionar y actuar en consecuencia, como tímidamente lo están intentando con el incomprensible drama de los desahucios, ya que en caso contrario sí iremos navegando sin timón hacia la versión catastrofista de la profecía maya y, sincera y hasta egoístamente, prefiero la otra interpretación, que va en la línea de camino hacia la unificación solidaria, holista, armoniosa, de la raza humana en sí misma y con el resto de seres, asimilando conscientemente que somos parte de ese todo que es la Vida, promoviendo una nueva era. Si lo estimas, puedes llamarme utópico o loco; no me importa, porque me gusta soñar con esa vía y luchar por ella. En la antesala de la visita a Morfeo, anoche recibí un SMS de un contacto (Gracias), que me tomo la libertad de transcribir a continuación: "Estamos en la antesala del Cuarto, Silencioso y Definitivo Poder". La imagen es de una pintura de Giuseppe Pellizza da Volpedo (1868-1907), titulada “El Cuarto Estado” (1901). Fuente: Wikimedia Commons. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: succo en pixabay.
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[1] Sánchez, Ricardo. Huelga. Ed. UNC. 2009.
[2] Sagardoy Bengoechea, J. A., J. M. del Valle Villar y J. L. Gil y Gil.Prontuario del Derecho del Trabajo. Ed. Civitas. 2001.