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Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
Mañana es fiesta en mi país (España), por lo que voy a concatenar
tres días seguidos para desconectar y hacer acopio de energía. Por motivos profesionales, pocas jornadas de
descanso llevo acumuladas este año. No me quejo, pero comprenderás que sueñe con el largo
fin de semana, para tomar un respiro. Tengo que
tener cuidado ser precavido con la presunta adicción y el ritmo
frenético que, queriendo o sin querer, se le imprime a la agenda profesional y que sin darte cuenta puede volverte "máquina", pero en el sentido negativo. El
trabajo debo plantearlo como una oportunidad (y con la que está cayendo, una suerte, diría), sin olvidar que mi vida necesita
la actividad profesional, empresarial e institucional, pero esta vida trasciende al
trabajo en sí. En cuanto al descanso, hay que tener cuidado con
desaprovecharlo. Mi técnica es fácil de concebir, si bien no siempre la pongo
en práctica.
Procuro programar los días de asueto, incluso cuando me tengo que
levantar temprano para ver a Fernando Alonso abandonar en la salida del Gran
Premio de Japón de Fórmula I (lo que sucedió el domingo pasado), o planear en el alba un tiempo para la cita diaria contigo, a través del blog, lo que por otra parte me sirve de relax y motivación, a modo de "tómate un respiro, tómate un kit kat" (eslogan característico de la golosina de Nestlé: kit kat). Si no se intenta organizar el tiempo de convivencia
familiar, personal y de relaciones con las amistades, el efecto puede ser el contrario de lo que se
pretende, que no es otra cosa que cargar pilas, para luego seguir
deleitándote en el tajo, sea laboral, empresarial, profesional o institucionalmente. Lo dicho. Si puedes, recarga baterías en este fin de
semana (fuente de la imagen: sxc.hu).