sábado, 14 de julio de 2012

Catar por mí

Fuente de la imagen: Muso del Vino Málaga
La primera vez que oí hablar de la Finca la Sanguijuela fue a finales de la década de los sesenta del siglo pasado, cuando fuimos a visitar a una hermana de mi madre, que vivía relativamente cerca de las ruinas de Acinipo (Ronda la Vieja). Todavía recuerdo el recelo que me generaba esa ubicación, tal vez por el nombre “sanguijuela”, o por el sinuoso sitio dónde se encontraba la hacienda, o por ambos temas, el caso es que hasta bien entrada la adolescencia cierta aprensión albergué. Ayer, recordé esas sensaciones cuando tuve en mi mano la botella que adquirí del vino Petit Verdot 2006, de la Bodega Schatz, que está actualmente en promoción en el Museo del Vino Málaga

Dado que coyunturalmente no pude saborear el caldo, le pedí a la contacto Georgia[1] que me escribiera su parecer para trasladártelo esta mañana, A continuación te transcribo parte de sus notas:“Petit Verdot 2006, que llega de nuevo a nuestra vinoteca y esta vez con nueva imagen, nueva etiqueta e intenciones frescas. Friedrich Schatz, de origen alemán, lleva afincado en Ronda, Málaga, desde los años ´80. Malagueño ya, se adaptó perfectamente a las mentalidades, las buenas prácticas y el microclima de la zona de producción vinícola que él en su momento eligió y, por lo visto, su instinto no le ha fallado. Así que, como sus cepas foráneas y ricas, poquito a poco fue produciendo y a la vez creando sus vinos que, según el nuevo etiquetado, si los pones en línea forman el acrónimo de su propio apellido: SCHATZ, y el Petit Verdot se representa por la letra T. 

El vino T, catándolo, justifica tanto la propia trayectoria de Friedrich como todo el proceso de cultivo ecológico que él defiende de una manera elegante y exclusiva. Un color púrpura intenso, presenta una capa media-alta y un ribete ligeramente rosáceo. En nariz destaco notas balsámicas intensas, potentes, y como a Friedrich le gusta decir a través de sus fichas de cata… ¨aromas intensos, de tinta china¨. Vino persistente, el T, vino redondo y bien estructurado, un Petit Verdot que tras 12 meses en barricas de roble francés viene a capturar, aunque sea sólo por unos instantes, mi atención, mi tiempo, mis sentidos.” Dar las gracias a Georgia por catar por mí y describirlo de esa forma tan elíptica, posible y perceptiva. Fuente de la imagen: Museo del Vino Málaga.
________________________
[1] Georgia N. Xanthopoulou, 2012. Editora de Cuentos al Vino.