Fuente de la imagen: 3D_Maennchen en pixabay |
Por más que programe y re-programe, cada vez con más frecuencia, consecuencia del desconcierto general del cambio de época que nos toca vivir, tengo que ingeniármelas sobre la marcha. El lunes, por la tarde, en Córdoba (España), tuve la necesidad de cambiar la estrategia que habíamos diseñado previamente. Algunos miembros del equipo se encontraban destrozados. Horas de trabajo a la basura. Sin embargo, aunque con cariño compañeros me tacharon de optimista, a lo de “siempre positivo, nunca negativo”, lo percibí como una oportunidad, no como un problema.
Y me reafirmo en que debemos desterrar definitivamente la relativa órbita mental de bienestar y prosperidad que disfrutábamos hace unos años. A su vez, tengo que ponerme la cazadora, a lo “Indiana Jones” y asimilar el cierto aire de aventura, que actualmente corre en cualquier proyecto o actividad, sea público o privado, empresarial o profesional, procurando disfrutar, aprender, sumar y tener siempre presente la parte positiva, porque la negativa ya se pondrá en valor por sí misma (Fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada posteriormente; fuente: 3D_Maennchen en pixabay.