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| Fuente de la imagen: portada de la publicación |
Corría el tercer trimestre de 2009 cuando el contacto Teófilo[1] me trasladó las pinceladas de un, a priori, utópico proyecto, donde el vino de Málaga y el mundo de la fotografía se fundían. Digo quimérico por lo fantástico y, a la vez, difícil de ejecutar. Después de escucharlo y percibir su entusiasmo, le propuse que esbozara la idea en un proyecto escrito y que fuera realizable, prometiéndole que entonces lo estudiaría. Las instituciones están un poco cansadas de las consultoras cantamañanas que presentan obras faraónicas a importes estratosféricos, que luego se quedan en churros fétidos pero a los mismos precios atmosféricos del presupuesto, desvaneciéndose los dineros en márgenes brutos incomprensibles, gastos enigmáticos, servicios inflados y comisiones convenidas.
Y el político o ejecutivo que recomendó o defendió la faena, a la vista del resultado queda en ridículo ante sus votantes, comisiones, consejos o juntas directivas. En muchos casos "si te he visto, no me acuerdo”. Mientras, el listo o la lista de turno ha hecho el agosto y a lo “qué guapo/a soy y qué tipo tengo”, ya está pensando en otro pelotazo a costa de sus forzados contactos, por no hablar del uso insolente de los cabildeos de tres al cuarto. Volviendo a la historia que nos ocupa, el contacto se las apañó y junto con sus socios, Antonio, Paco[1] y José Antonio, desgranaron al detalle lo que al poco tiempo se llamó Al´vino foto Málaga[1]. En ese momento, comprendí la profundidad cultural, el interés promocional, la razonabilidad económica y la conveniencia del plan en la difusión de los vinos de Málaga.
Así que decidí catalizarles un encuentro con la institución que podía liderar proactivamente dicho propósito cultural, destinado a la promoción nacional e internacional de unos productos únicos en el mundo -los vinos de Málaga-, los espacios donde nacen y los saberes y costumbres que hacen posible su elaboración. La presidencia y la secretaría general captaron el mensaje y se pusieron manos a la obra junto al equipo de profesionales que la promovieron. El resultado de su trabajo fue visible en la calle Larios (Málaga capital), La calle La Bola (Ronda), seminarios, cursos, jornadas… y la magnífica repercusión aún hoy difícilmente medible. Si eres un asiduo lector de este blog, lo demás lo sabes: “Málaga, fotografía y vino”, “Un día con Bárbara”, “La modelo, el autor y la obra”…
Un tiempo (tercer trimestre de 2010) dedicado a la imagen fotográfica del sector vitivinícola a través del trabajo de interpretación realizado por profesionales de reconocido prestigio, Premios Nacionales de Fotografía y Expertos en Imagen Digital y Publicitaria: Carlos Pérez Siquier, Ouka Leele, José María Mellado y Jesús Rocandio. El remate o colofón tuvo lugar ayer, con la presentación del libro “alvino foto málaga dos mil diez”, en el salón de actos del Museo del Vino Málaga[1], donde se le dio un homenaje al extinto D. Cayetano Garijo Alba, que fue presidente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga[1]y uno de los impulsores del proyecto. Cayetano, objetivo cumplido.
El acto estuvo presidido por la Delegada de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía en Málaga, Dña. Mónica Bermúdez Arrabal[1], el Vicepresidente del Consejo Regulador, D. José Gámez Villalba, el Secretario General, D. José Manuel Moreno Ferreiro, y el Consejero Delegado de GECAN[1], D. Teófilo Martínez Gay[1]. Te dejo una foto de la portada. Si quieres más de la presentación, clickea AQUÍ. La noticia en la prensa: Diario Sur, La Voz Digital...[1]
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[1] Sitio visitado el 20/12/2011.