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No hay que darle más vueltas.
El torrente lleva sonando desde que se le contrató.
Y si a lo largo de la estancia, rebosan los indicios de ineptitud y colaboradores y colaboradoras coinciden en lo mismo, entonces:
"demasiada agua lleva el río"
Y no hay que comportarse como una “hermanita de los pobres”, con todos mis respetos a esas madres de la caridad.
Se debe ser profesional, mirar por todos/as y por el proyecto en su conjunto.
Por otro lado, oportunidades se han dado. Tal vez demasiadas.
Así que la decisión no se hace esperar.