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Y sigo reflexionando si un despacho puede ser colosal sin necesidad de aportar el mejor servicio al cliente. Creo que no, ni en la abogacía ni en la consultoría económica, fiscal, financiera… No. Hoy, si eres magnánimo, tienes que dar el mejor servicio al cliente, si no, no sirve el nombre o la franquicia que hayas promocionado durante décadas. Eso no quita que un despacho pequeño con un solo profesional al frente, de provincias o local, dé, también, el mejor servicio al cliente con su reducida organización de veinte o menos personas. Permíteme que nuevamente te diga que “es de cajón”. Lo contrario sería que no te mantendrías en el mercado ni un minuto. ¿Puede un despacho pequeño crecer? Sí, todos los crecidos han sido, primero, pequeños. Pero depende de la capacidad de gestión y delegación de su titular. Puedo ser el mejor profesional del reino, pero el peor gestor, promotor, empresario, directivo…
Por eso, algunos profesionales son conscientes de su Talón de Aquiles y saben que ellos mismos, con sus acentuados personalismos y egos estructurales, actúan de barrera o limitación ante un crecimiento sostenido que los supere, puesto que no son capaces de rodearse de conocimiento y, sobre todo, delegar en esos colaboradores tareas esenciales del negocio, al tiempo que promueven una estructura organizativa adecuada a esa previsible ampliación de su actividad. En cuanto a que “aporte el mejor servicio al cliente”, por supuesto, es el anhelo de todo empresario decente que abandere una cruzada a favor de una ética de actuación profesional y empresarial y no participe en cabildeos de tres al cuarto, intrigando, tramando y urdiendo en bambalinas u organizando saraos profesionales con los censurables objetivos del lucro relacional personal, alimentar su vanagloria, satisfacer su ego y apuntalarse profesionalmente (dibujo de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: archivo propio.