Fuente de la imagen: archivo propio. En el Museo del Vino Málaga, observando el arte de la venenciadora |
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Tuve que cortar abruptamente el fluido de conocimiento, porque tenía que marchar para otro encuentro, de cierre de temas económicos en corporaciones de derecho público, con personas con las que cada día me siento más a gusto e integrado. Al medio día, firma de un casamiento hipotecario para reforma de vivienda, con una entidad financiera que me conoce suficientemente. Agradecer la labor de su director, Eduardo, y de su adjunta, Elena, si bien, hay clausulas que sigo sin entender, como la del suelo, que ya hay sentencia del supremo al respecto, u otras más estrambóticas. Menos mal que tengo línea directa con la cúpula, por si lo que de palabra he acordado con mis interlocutores, no es cumplida por sus superiores.
A la tarde, me pasé por Makro Málaga (España), para adquirir unos elementos necesarios para el proyecto de la mañana, pero, desgraciadamente, la gestión de mes y medio para abrir cuenta con determinadas condiciones, había quedado en un ¡bluf! La dirección se comprometió a investigar qué había pasado, pero ¿y nuestro tiempo? Veremos hoy qué contestan. Finalmente, velada profesional entorno a roscos de vinos El Cid (ver post ¿Alegrarme?[2]) y orujo El Afilador (ver post ¿El afilador?[3]), charlando sobre varios proyectos de presente y de futuro. Que disfrutes de un reparador puente (foto de imágenes-gratis.com). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: archivo propio.
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[1] Face´s Bussines Center. Sitio visitado el 03/12/2010.
[2] Velasco Carretero, Manuel. ¿Alegrarme? 2008. Sitio visitado el 03/12/2010.
[3] Velasco Carretero, Manuel. ¿El afilador? 2010. Sitio visitado el 03/12/2010.