jueves, 2 de diciembre de 2010

Fértil punto de encuentro

Fuente de la imagen: BeyonTimelines en pixabay
Ayer, después de finalizar una reunión profesional, mientras transitaba camino del hogar, me pregunte el significado del inicio y mantenimiento de una actividad empresarial, de un negocio entre dos o más partes. Sí, a priori puede parecer absurda la cuestión. Procuraré aportarte más reflexión. 
Antes y hoy, los propietarios manejaban y manejan el cotarro vía la administración corporativa. La mano de obra era y es considerada como “coste” y poco más. 

Los más atrevidos, tratan a sus clientes como “tontos”, a las empresas proveedoras como meras participadas de su “corporación” y a su ámbito territorial de actuación como  tablero de un cada vez más temerario juego. Hoy y mañana, en este mundo de contradicciones e intangibilidades, el talento y el tiempo de los colaboradores es un activo que va cobrando importancia en el balance social y económico, quedando en un segundo plano la transitoriedad del papel de los trasnochados y fanáticos directivos y empresarios de ese ayer que se va difuminando. 

Concluí que la actividad empresarial entre dos o más partes, sean éstas personas o instituciones públicas o privadas, debe ser concebida como un fértil punto de encuentro, foco o vientre materno que concibe el proyecto empresarial o profesional, basado en el respeto y la empatía, generador de prosperidad, responsabilidad y prodigalidad, no sólo a los intervinientes de forma directa, sino también a su entorno próximo (dibujo de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: BeyonTimelines en pixabay.