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Fuente de la imagen: rvs 2020
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Ayer propuse a un colaborador hacer todo lo posible para satisfacer la demanda de un cliente, a pesar de que las dificultades que envolvían el trabajo no habían sido generadas por el equipo, sino por el propio cliente y eran muy difíciles de superar. No consiste en un justo a tiempo o satisfacción a toda costa, sino en algo tan sencillo como es “percibir” y “proporcionar”.
Lo primero significa estudiar ágilmente lo que quiere el cliente y proponer en consecuencia.
Lo segundo va en la línea de poner en acción lo propuesto, en las condiciones predefinidas y con el objetivo previsto en la mente. Al final, una serie de imponderables no permitieron llegar a la meta en óptimas condiciones, pero valió la pena el intento, del cual aprendimos, al menos yo (composición de imagenes-gratis.com). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: rvs.