Con Juan Manuel Barrios Blázquez, secretario del Consejo de Administración y de la Comisión Ejecutiva de Cajasol |
Dice Francisco José Fernández de la Cigoña, experto en asuntos eclesiales, en el post de su blog, ¿Qué ha pasado con Cajasur?: "Que sería un bochorno para la Iglesia. E impuso el suicidio. Que en este caso no es pecado". Si esto fuera así, metafóricamente hablando, y aunque Cigoña dice que no es pecado, a mi me explicaron que eso es infringir directrices religiosas, puesto que hablamos de suicidio colectivo, arrastrando a otros a un inevitable precipicio, no es del agrado de la Iglesia.
Pero aceptando esa transgresión espiritual, también estarían siendo egoístas porque ¿qué pasa con los trabajadores, clientes, proveedores y obra social de su ámbito territorial de actuación? Directivos de entidades del sector financiero, me trasladaban ayer que les costaba creer que el No a la fusión tenga que ver con las desventajas que ocasionaría a sus empleados, cuando antes de la propuesta de Unicaja, habían presentado un plan de saneamiento que implicaba la reducción del 10% de sus trabajadores.
En fin, deseo que los que han tomado esa decisión tengan razones de peso nunca basadas en quebrantamiento de alguno de los Diez Mandamientos, si bien otros tengamos que volver a la escuela de economía para entenderlas. En la imagen con D. Juan Manuel Barrios Blázquez, secretario del Consejo de Administración y de la Comisión Ejecutiva de Cajasol. Que tengas una proactiva semana laboral (post actualizado).