Perdido en la sección de sonido del hipermercado, cavilaba ayer por la tarde acerca de la importancia que podía tener la existencia de marcas blancas en la música. Entre los impuestos de unos y las tasas de otros, cualquiera se acerca a los precios. Bueno, quito lo de “cualquiera”. Claro que se acercarán los consumidores y comprarán, porque si no fuera así, no seguirían los discos expuestos en los lineales. El caso es que si existiera una marca blanca en música, del Carrefour, del Mercadona o del Eroski de turno, quizás los precios fueran distintos. Chorradas que pienso en esta mañana de sábado. Me encontré con un recopilatorio de veinte éxitos de los Pekenikes. Busqué el precio, cuatro euros IVA incluido, y decidí unilateralmente regalármelo. Lo puse en el reproducctor del viejo mate y me sumergí en el pasado. Este grupo, todavía activo, lo recuerdo de finales de la década de los sesenta del siglo pasado, aunque se formó años antes de que yo naciera. Si bien una de sus canciones más conocidas fue "Palomitas de Maíz", te dejo “Tren Transoceánico a Bucaramanga”, vídeo subido a Youtube por hallofeblis.