Parece que la crisis está poniendo de moda eso de las entrevistas-almuerzos, los almuerzos-coloquios, etc. Por Me gustaría leerlo, porque me intriga eso de que los economistas hemos traicionado la realidad. Presiento que algo de razón puede tener este escritor, mezcla de keynesiano y schumpeteriano que se reconoce deudor ante Marx y, sobre todo, ante Adam Smith (imagen de la portada del libro).