lunes, 14 de julio de 2008

Cartas boca arriba

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Este fin de semana he terminado de hojear el libro “Gestión de personas en la nueva economía”, de A. Mínguez (2001)[1]. El autor escribe sobre los recursos humanos de la nueva economía, las empresas.com. Sin embargo, reseño aquí el texto, porque me ha gustado la definición que hace de “las agendas ocultas”, hábito o estrategia que comentaba hace un año, aproximadamente, al final del post La máscara veneciana (M. Velasco, 2007)[2], y que Andrés define como "esos intereses u objetivos que no pueden ponerse encima de la mesa porque, en el fondo, son inconfesables y que responden a rencillas, rencores, ambiciones, venganzas, prejuicios, conflictos históricos o deseos contrarios a los objetivos explícitos" de la empresa, de la división, del departamento o del equipo y que pueden dirigirse contra el jefe o responsable del equipo o contra otros colaboradores/as. Otros especialistas coinciden con el autor en que las agendas ocultas puedan dar lugar a: luchas por el liderazgo de la organización; envidias entre colaboradores; resistencia a la tarea o al cambio; generación de rumores infundados para menoscabar la cohesión del equipo, etc. 

Dice Mínguez que cuando se es víctima de las agendas ocultas, se pueden seguir los siguientes caminos: ignorarlas, si sus efectos son limitados o afectan a una pequeña parte del equipo y, en todo caso, cuando se prevé que van a tener una vida breve, combatirlas en silencio, basando el contraataque en relaciones interpersonales que aíslan al componente del equipo protagonista de la agenda. Racionalizar la situación, apelando al sentido de madurez del equipo para no dejarse influir por emociones negativas de una parte de sus miembros, pero siempre con alusiones impersonales a las agendas ocultas; cartas boca arriba, eso es, desvelar públicamente las operaciones de acoso y derribo, estrategia que debe reservarse para momentos de clara superioridad y tiene la desventaja de herir el amor propio de quien va a perder. Mi amigo Antonio, psicólogo y especialista en gestión de personas, recomienda, por nuestro bien, reducir al máximo las hojas de las agendas ocultas y si se pueden erradicar, mejor. Que tengas una productiva semana (foto de la decoración de un escenario infantil, elaboración propia). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: mvc archivo propio.
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Mínguez Vela, Andrés (2001). Gestión de personas en la nueva economía. ESIC Editorial.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2007). La máscara veneciana. Sitio visitado el 14/07/2008.