domingo, 11 de mayo de 2008

Motorista

A la vista de tanto Fernando Alonso en este blog, pensarás, con razón, que soy un amante de la fórmula 1 y que las motos se encuentran en un segundo plano. Pues, siento haberte dado esa imagen. Ciertamente, el Nano me enganchó a las carreras de coches, sobre todo con el calvario del año pasado en Mclaren-Mercedes, pero no he tenido la oportunidad de pilotar un bicho de esos y, por otro lado, mi relación con las motocicletas viene desde pequeño.

Te dejo dos fotos. La de blanco y negro, montado en la lambretta de un familiar, en la Estación de la Indiana (Ronda, España). La segunda, encima de la Vespa 125XL, en el Peñón del Cuervo (Málaga, España). Posteriormente, tuve la sensacional Honda 500XBR (no he encontrado fotografía), resonando todavía en mis oídos su potente motor mono cilíndrico. Ahora, al igual que Fernando con Ferrari, sueño con alguna máquina de las marcas BMW, Honda o la mítica Harley Davidson, pero no está el horno para bollos.