Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
Una amiga me torpedea continuamente con nuevas herramientas para ampliar la presencia virtual. Pero sigo publicando casi igual que al principio, es decir, lo que se me ocurre o me ha gustado, desde el punto de vista profesional y social, con independencia del perfil de mis visitantes. Sin embargo, después de la lectura del artículo de P. Fernández en 20minutos.es[4], soy un egosurfista o poco me falta para ello. Al intentar difundir el blog, me estoy comportando como un cibernarcisista. Estoy en Google. De vez en cuando observo el número de enlaces que recibe el blog, así como quiénes me vinculan. Me acerco tímidamente a sitios como Digg o Menéame, pero sin caer en obsesiones y el weblog está dado de alta en varios ranking. Habrá que reflexionar un poco más acerca de la línea que separa la modesta difusión virtual de la obsesión por conocer la repercusión de los escritos (imagen de la wikimedia commons). Fuente de la imagen: sxc.hu. Imagen incorporada posteriormente; fuente: mvc archivo propio.
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[1] A finales de 2002.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2003). Iniciamos el camino bloguero. Sitio visitado el 14/10/2007.
[3] Velasco-Carretero, Manuel (2006). Networking. Sitio visitado el 14/10/2007.
[4] Fernández, Pablo (2007). 20minutos.es. Sitio visitado el 14/10/2007.