Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
Le contesto que es la sociedad la responsable de tales desajustes o injusticias. Creo que no se debe justificar ni mucho menos cualquier robo o daño a la propiedad pública o privada, por muy pequeño que sea, pero intuyo que desgraciadamente tendrá razón. Comenta Bart D. Ebrman en el libro El Evangelio de Judas[1], que queda claro que el Dios de Jesús es bueno y no es ni mucho menos el dios creador de los judíos, que este mundo pertenece al reino de la perdición o, tomando otra posible traducción, de la “corrupción”. Sigue diciendo: Este mundo no es la maravillosa creación del único Dios verdadero. Sólo cuando hubieron aparecido todas las otras deidades llegó a existir el Dios del Antiguo Testamento (llamado EL), seguido por sus ayudantes, el sanguinario rebelde Yaldabaot y el tonto de Saclas. Estos dos crearon el mundo y luego a los humanos. Entonces, ¿puedo interpretar que los adeptos al Judaismo, al Cristianismo, al islam... adoran al tonto de Saclas y al rebelde Yaldabaot? Aunque todo eso fuera cierto, seguiría preguntándome dónde estaba ese Dios “bueno” en esos momentos de sufrimiento y por qué deja al tonto y al rebelde hacer tanto daño[2].
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[1] Publicado por National Geographics
[2] Formato de texto cambiado posteriormente. Fuente de la imagen: mvc archivo propio).