miércoles, 17 de agosto de 2016

Yo, profesional robot

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Por el texto “El niño perdío llegó a la universidad” (M. Velasco, 2016)[1], conoces las distintas especialidades regladas en las que se supone estoy acreditado, desde Empresariales hasta Derecho, pasando por Económicas o Estudios Inmobiliarios (ésta última antes se conocía en mi país como administrador de fincas[2]); me falta la de la Universidad de la Vida, pero eso es otra historia. Pues bien, ayer estuve hojeando el artículo de T. Fernández y A. Casilda en Expansión, “Profesiones de siempre que no caducarán y serán demandadas[3] y me puse relativamente contento al interpretar que esas especialidades no se extinguirán a medio plazo y seguirán siendo solicitadas, si bien, según I. Vázquez, deben vincularse a la “tecnología y a nuevos modelos de colaboración virtual”. Así que a ponerme las pilas y, ahora que no me escucha el querubín, a tecnificarme echando chispas.

Dejando a un lado los “sistemas expertos” que desde hace décadas asesoran las decisiones humanas y, en algunos casos, ellos mismos gestionan y toman decisiones[4], si pudiera, le preguntaría a Alba, Iria y Tino, si en sus reflexiones han tenido en cuenta la irrupción de la robótica, no sólo en la industria sino, también, en el sector servicios y, cómo no, en esa transversalidad a todos los sectores que supone la gestión empresarial a nivel general y gestión de proyectos en específico. Y es que[5] cada día que transcurre presiento más cerca el mundo que dibujó Isaac Asimov en su serie de novelas sobre robots. No sería de extrañar que dentro de poco[6], nos encontremos rodeados de robots en funciones de dirección, gestión, gerencia… en cuyo caso, la respetada compilación de opiniones articulada por Tino y Alba en su texto, se tambalearía doctrinalmente ¿no? 

Esta idea de "no ficción" en materia de gestión robótica no es mía, ni tampoco nueva o reciente. Hace ya unos años, se escribía en The Economist I, robot-manager[7], que traducido[8] es algo así como “Yo, director robot” (supongo que parafraseando el título del recopilatorio “Yo, robot” de Asimov), apuntando que, conforme los robots se incorporan al sector servicios, comienzan a percibirse menos como máquinas y más como seres humanos, pronosticando que el mundo que conocemos se puede encontrar en los prolegómenos de una revolución directiva, logrando que los robots se sobrelleven como personas en vez de tratar que las personas se comporten como robots. Pero, entonces ¿Sigo contento por lo leído en el artículo de Alba y Tino o tengo que empezar a pensar en qué debo basar mi próximo “reseteo” profesional?[9] (fuente de la imagen: mvc archivo propio).
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[1] Velasco Carretero, Manuel. “El niño perdío llegó a la universidad. 2016. Sitio visitado el 17/08/2016.
[2] Y hoy va en la línea de administrador o gestor de patrimonios.
[3] Fernández, Tino, Casilda, Alba. Profesiones de siempre que no caducarán y serán demandadas. Expansión. 2016. Sitio visitado el 17/08/2016.
[4] Basta nombrar los pilotos automáticos de las naves, los programas decisorios en las Bolsas de Valores, los sistemas contables...
[5] A tenor de los avances tecnológicos que brotan por doquier.
[6] Si no estamos ya en esa Era.
[7] The Economist. I, robot-manager. 2011. Sitio visitado el 17/08/2016.
[8] Con mi inglés de los Montes de Málaga.
[9]  A continuación te dejo un vídeo, subido a Youtube por Documental Top 2016-2017, sobre la robótica con conciencia social y otras revoluciones tecnológicas en esta línea.