domingo, 29 de junio de 2008

Más ricos, más pobres

Fuente de la imagen: El cambio de hora (M. Velasco, 2005)
Igual me estoy engañando a mí mismo, pero en lo que al trabajo se refiere[1], lo quiero considerar como un aporte de valor al tejido económico y social[2]. Indudablemente, si no necesitara laborar, el enfoque probablemente variaría, si bien, espero que no se desterrara de mi mente el concepto “aporte de valor” o “justo retorno” a la sociedad. Lo que también entiendo[3] son planteamientos como el que te cuento a continuación. A mediados de mayo, me invitó un potentado amigo para que le acompañara[4] a un seminario[5] relacionado con el consumo de los ricos, el preceptivo marketing y, en síntesis, toda la parafernalia que envuelve a ese mundo. 

¿Qué se me ha perdido a mí en ese sitio? Le pregunté. No nado en la abundancia y esa potencial clientela no creo que sea mi público objetivo. Evidentemente, estoy en otra órbita mental y física. Junto a las noticias de crisis, desaceleración y recesión, leo en los medios que el número de millonarios aumenta en España y en el mundo. Entonces: ¿Más ricos, menos pobres? Iluso de mí. Habrá más ricos, pero lo que no cabe duda es que la pobreza se acrecienta por segundos y en época de vacas flacas, ya sabes quienes son los únicos que padecen la carestía. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: mvc archivo propio.
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[1] Además de procurarme sustento.
[2] De mi ámbito territorial y sectorial de actuación.
[3] Pero me cuesta digerir.
[4] A finales de junio.
[5] En Madrid (España).