sábado, 3 de mayo de 2025

Impulso y Sostenibilidad

Fuente del esquema: mvc archivo propio
En esta semana que termina, practicando la docencia participativa (M. Velasco, 2024)[1] y en el marco de la asignatura Derecho Administrativo Turístico (DAT), de tercero del Grado en Turismo de la Facultad de Turismo de la UMA, he abordado lo relativo a la promoción de los recursos turísticos (M. Velasco, 2012)[2], que emerge en mi país como una de las acciones significativas dentro del ámbito del turismo, sobre todo en comunidades autónomas como Andalucía, donde la vasta diversidad de recursos naturales, culturales e históricos brinda un potencial notable para atraer a visitantes. Este proceso persigue el aumento del flujo turístico, intentando garantizar un desarrollo sostenible y responsable que beneficie a las comunidades locales. La Administración Pública (AP) desempeña un papel concluyente, valiéndose de diversas herramientas y estrategias que abarcan desde la organización de eventos y ferias hasta el marketing digital y las campañas publicitarias, iniciativas orientadas a destacar la singularidad de los recursos, tales como monumentos históricos, parques naturales, festividades culturales y la gastronomía local, con el objetivo de atraer tanto al turismo nacional como al internacional. La eficacia en la promoción de los recursos turísticos implica una planificación adecuada que contemple las características específicas de cada destino, resultando fundamental el análisis del potencial turístico de cada recurso, así como la identificación de su valor en el contexto local, comarcal, autonómico o nacional permitiendo resaltar las cualidades únicas de cada atractivo turístico y estableciendo estrategias de comunicación y marketing que subrayen su importancia. En ese sentido, el uso de herramientas digitales se ha vuelto indispensable en la promoción turística contemporánea. 

La presencia en redes sociales, la creación de sitios web informativos y la implementación de aplicaciones móviles son sólo algunas de las estrategias que se emplean para alcanzar a un público más amplio y diverso. Estas plataformas facilitan la interacción directa con potenciales turistas, compartiendo información relevante y experiencias interactivas que fomentan el interés por visitar el destino. Sin embargo, esta promoción no debe llevarse a cabo de forma aislada, siendo clave la coordinación entre diversos actores, como las autoridades locales, las empresas turísticas y las comunidades, para maximizar el impacto de las iniciativas promocionales, posibilitando, de esta forma, la creación de un entorno en el que todos los implicados trabajen por un objetivo común: el desarrollo y la mejora de la experiencia turística, al tiempo que se protege y se pone en valor el patrimonio local como recurso turístico (M. Velasco, 2025)[3]. En esa línea, la sostenibilidad debe erigirse como un principio rector de la promoción turística, lo que implica atraer a un mayor número de visitantes de una manera que respete el medio ambiente y a las comunidades anfitrionas, minimizando el impacto negativo y promoviendo un turismo que beneficie a todos los sectores involucrados. Terminando, la promoción de los recursos turísticos se presenta como un aspecto para el desarrollo del sector turístico en Andalucía. Al destacar la riqueza y diversidad de sus atractivos, se busca atraer turistas, asegurando que su visita contribuya de manera positiva a la economía local y a la conservación del patrimonio cultural y natural. De este modo, la promoción se convierte en una herramienta de marketing para un desarrollo sostenible y la cohesión social de las comunidades locales y comarcales de la comunidad autónoma.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2024). Donde alumnado y docente cambian roles. Sitio visitado el 3/5/2025.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2012). La promoción de los recursos turísticos. Sitio Economía Sostenible. Visitado el 3/5/2025.
[3] Velasco-Carretero, Manuel (2016). Recurso turístico. Sitio Economía Sostenible. Visitado el 3/5/2025.