domingo, 23 de febrero de 2025

¿Muerte al equipo de trabajo?

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Si bien tomamos un café en Mijas Costa, la mañana del sábado la pasamos en Benalmádena Costa, debido a que el querubín había quedado con parte de sus amistades en Sea Life. En un receso para el aperitivo, me encontré en Puerto Marina con Fidel, que hacía cantidad de tiempo que no lo veía, desde mi colaboración, allá por los inicios de este siglo, en el grupo hotelero Nueva Hotasa. Andaba el amigo un poco apesadumbrado porque tuvo que desmantelar un equipo de trabajo que le había costado bastante conformar y que funcionaba a las mil maravillas. Le trasladé mi experiencia en estas lides y la doctrina que, en el marco de lo que en su momento denominé "equipos disruptivos" (M. Velasco, 2005)[1], conformé en torno al término “deconstrucción de equipos de trabajo" (M. Velasco, 2006)[2] en ecosistemas empresariales, que emerge como una estrategia audaz y necesaria en un mundo laboral que se transforma a una velocidad vertiginosa. Lejos de ser un acto de destrucción, esta práctica busca desmantelar las estructuras rígidas y los roles preestablecidos que a menudo limitan el potencial de los equipos. La deconstrucción incita a cuestionar las dinámicas tradicionales, a repensar la forma en que colaboramos y a abrazar la flexibilidad y la adaptabilidad como pilares fundamentales. En el corazón de este proceso reside la convicción de que los equipos más innovadores y eficientes son aquéllos que se construyen sobre la base de la diversidad, la autonomía y la confianza. 

Asimismo, se trata de crear espacios en los que existan libertad para expresar ideas, experimentar y aprender de los errores, romper con la jerarquía vertical y fomentar la horizontalidad, posibilitando que cada miembro del ex-equipo pueda aportar su talento y experiencia en un futuro proyecto y en un ambiente de igualdad. En los nuevos equipos disruptivos, las herramientas de comunicación y colaboración en línea facilitan la creación de grupos virtuales y distribuidos, donde la ubicación geográfica deja de ser un obstáculo. La inteligencia artificial y el análisis de datos pueden permitir la identificación de patrones y tendencias, optimizando la toma de decisiones y la asignación de tareas. No obstante, la deconstrucción para luego posibilitar nueva construcción requiere un cambio cultural profundo, donde el liderazgo se base en la inspiración y el empoderamiento y donde la comunicación abierta y transparente sea la norma. La deconstrucción de equipos de trabajo requiere valentía, paciencia y una mentalidad abierta al cambio. En cuanto a los beneficios, básicamente se da la oportunidad de construir futuros equipos más ágiles, creativos y resilientes, capaces de adaptarse a los desafíos del mercado y de generar valor de manera sostenible. En un globo terráqueo en el que, a la vista de las preocupantes noticias que llegan de América del Norte, la incertidumbre es la única constante, la deconstrucción se presenta como una estrategia para volver a construir organizaciones preparadas para ese futuro.
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[2] Velasco-Carretero, Manuel (2005). Equipos de trabajo disruptivos. Sitio Educación, Formación y Empleo. Visitado el 23/02/2025.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2006). Deconstrucción de equipos de trabajo. Sitio Educación, Formación y Empleo. Visitado el 23/02/2025.