Brindando con néctar de sol y tradición

Fuente de la imagen: Piamater (M. Velasco, 2024)

He comenzado el año practicando el ritual de brindar con vino de la D. O. P. Málaga, en este caso de la Bodega Antonio Muñoz Cabrera (Dimobe)[1], anclada en la rica tradición vinícola[2] de la comarca de la Axarquía, blanco naturalmente dulce Piamater (M. Velasco, 2024)[3], que es mucho más que una bebida: experiencia sensorial única, elaborada a partir de la variedad Moscatel de Alejandría y homenaje a las técnicas ancestrales, puesto que la uva, vendimiada en su punto de maduración, se somete a un proceso de asoleo[4] que concentra sus azúcares naturales y le confiere una complejidad aromática especial.

El Piamater me seduce con su color dorado, brillante y con reflejos verdosos. En nariz, despliega una paleta aromática para mí compleja, donde se entrelazan las notas florales, la miel, la fruta tropical y el membrillo. En boca, resulta potente, fresco y frutal, con un equilibrio perfecto entre dulzor y acidez. Su final es largo y persistente, dejando un recuerdo que no se olvida[5]. Su calidad ha sido reconocida a nivel nacional e internacional, cosechando numerosos premios y puntuaciones sobresalientes en las guías especializadas[6]. Así que ¡Qué mejor que brindar con un vino Málaga en su Centenario de marca!

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[1] La Bodega Antonio Muñoz Cabrera, con más de un siglo de historia, es un referente en la elaboración de vinos dulces en la Axarquía.

[2] Vino resultado de la pasión y el conocimiento de varias generaciones de viticultores, que han sabido preservar las tradiciones y adaptarse a los nuevos tiempos.

[3] Velasco-Carretero, Manuel (2024). Piamater. Sitio vinopost. Visitado el 01/01/2025.

[4] Este método tradicional, que consiste en tender los racimos al sol durante varios días, reduce el peso de la uva en un 50% y es la clave de la intensidad de este vino.

[5] Vino versátil que marida a la perfección con una amplia gama de platos. Es ideal para acompañar postres, quesos curados, foie gras y frutos secos. También resulta delicioso como aperitivo o para disfrutar en solitario, como un pequeño lujo al final de una comida.

[6] Entre los galardones más destacados, destacan las medallas de oro en concursos como el Mundial de Bruselas, los Premios Mezquita y los Muscats du Monde. La Guía Peñin, una de las publicaciones más influyentes del sector, le ha otorgado 91 puntos en varias ocasiones, situándolo entre los mejores vinos dulces de España.