sábado, 10 de agosto de 2024

Ensamblaje serrano

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Otro de los vinos que nos ofrecieron Graciela y Alberto (M. Velasco, 2024)[1], fue Almocábar Tinto crianza, D. O. Sierras de Málaga, de la Serranía de Ronda y de la Bodega Cortijo Morosanto, institución vitivinícola ya referenciada en este sitio (M. Velasco, 2023)[2]. Elaborado a partir de las variedades Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon, este vino es el resultado de un ensamblaje serrano donde la crianza en barricas, previsiblemente de roble francés, aporta complejidad y elegancia, redondeando los taninos y potenciando los aromas especiados. A la vista, el Almocábar Tinto presenta un atractivo color rojo picota con ribetes granates, señal de cierta madurez.

En nariz, me encuentro con un abanico aromático que va desde los frutos rojos maduros, como la frambuesa y la mora, hasta notas especiadas, como la vainilla y la pimienta negra. El fondo ahumado aporta un toque de complejidad y elegancia. En boca, me sorprendió por su equilibrio y estructura, estando presentes los taninos pero de forma integrada, posibilitando cuerpo y firmeza. La fruta madura se combina con notas especiadas y tostadas, dejando un final largo y persistente. Su volumen y carnosidad lo reconcilian en un vino con cierta expresión. Parte de este texto también se ha editado en el sitio vinopost, bajo el título “Almocábar tinto crianza”.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2024). Un tesoro no tan escondido. Sitio visitado el 10/08/2024.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2023). Mi camino existencial a Morosanto pasó por Torrox. Sitio visitado el 10/08/2024.