Ser gobernado por las Leyes y no por los hombres

Fuente de la imagen: mvc archivo propio

En relación a la situación política en mi país, consecuencia del resultado de las últimas elecciones nacionales y las posteriores dos investiduras a la Presidencia (la primera fallida y la última en estos días), recurro al que fue uno de los mayores expertos españoles en derecho, E. García de Enterría, que en la presentación del compendio sobre “Derecho Administrativo, Parte Especial” de J. Bermejo y otros[1], que estoy rehojeando en esta semana, escribe: “… no cabe, en modo alguno, contraponer principio democrático con principio de legalidad”.

Para García de Enterría, “la primera aplicación del principio democrático es ser gobernado por las Leyes[2] y no por los hombres”. Ciertamente, no es él el que lo dice, sino la Constitución Española con la voluntad de “consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad general”[3]. Finaliza la reseña el jurista con la siguiente reflexión: “Ninguna autoridad puede invocar su origen democrático para infringir la ley; ésta es la esencia misma del Estado de Derecho”. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.

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[1] Bermejo Vera, José y otros. Derecho Administrativo, Parte Especial. Ed. Aranzadi. 2009.

[2] Obra de la voluntad general.

[3] Preámbulo de la Constitución Española.