Pestañas abiertas en modo investigación tradicional. Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
Un aspecto trascendental es conocer bien cuál es la competencia y cómo trabaja, junto a saber cómo está el mercado en el ámbito territorial donde la persona emprendedora pretende ubicarse, tanto a nivel internacional, como nacional, regional, comarcal y municipal y en cuestiones de saturación o crecimiento como en temporalidad y estacionalidad. Junto al conocimiento del mercado, la estrategia a seguir, el análisis de la viabilidad económica, financiera, operativa y comercial de cada idea de negocio, no olvidemos aspectos igualmente importantes como pueden ser la capacidad, la experiencia y la formación que la persona emprendedora atesora, junto a su ilusión y persistencia. Por tanto, el siguiente paso sería estudiar el entorno sectorial así como la competencia, enriqueciendo esa investigación con datos estadísticos relativos a los productos a fabricar o servicios a ofrecer, tanto en coste como en precio y otros datos comerciales. Otro aspecto a tener en cuenta dentro de estas acciones preliminares lo configura el ordenamiento legal aplicable, tanto el general como el específico o sectorial. Seguidamente, trabajamos el DAFO[2] y el CAME[3]. Para la puesta en marcha será necesaria la disposición de un calendario previsional, a modo de programación de acciones a lo largo del tiempo, desde el minuto cero hasta, al menos, tres años. No hay que olvidar la elección de la forma jurídica más adecuada[4] según las necesidades sociales, económicas y financieras, junto a la prospección de ayudas y subvenciones a las que el proyecto pueda acudir.
Igualmente, es necesario el estudio de las personas que deben colaborar en el proyecto, conocido doctrinalmente como plan de recursos humanos, valorando y describiendo los puestos de trabajo y los perfiles laborales o profesionales, plasmándose todo ello en el preceptivo organigrama del emprendimiento. Este plan de recursos humanos registrará la forma legal de contratación laboral y la política de retribución, tanto económica como emocional. Otro hito correlativo e importante es el plan comercial, donde deberemos realizar un esfuerzo cognoscitivo de posicionamiento de la política de marketing, trabajando términos como pueden ser la descripción del producto o del servicio que se va a ofrecer y cómo se va a ofrecer, la promoción y distribución de los productos o servicios y los precios a aplicar. Obviamente, necesitamos saber aspectos sumamente importantes como la inversión inicial, los gastos en los que vamos incurrir y los ingresos previstos, que denominaremos aspecto o plan económico. También, pagos y cobros que deberemos realizar, tanto al inicio del emprendimiento, como a lo largo de los periodos previstos[5]. Esta descripción de las inversiones, así como la previsión económica y financiera lo largo de los primeros periodos mercantiles y fiscales, se plasmará en balances de situación, cuentas de pérdidas y ganancias y estados presupuestarios de ingresos y gastos y de gestión presupuestaria de la tesorería (pagos y cobros previstos). Todo ello, nos posibilitará una fotografía de la rentabilidad económica y financiera del emprendimiento. A continuación inserto la presentación de un capítulo del módulo de FP Iniciativa Emprendedora, alojado en el canal de Youtube.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. Pistas para elaborar un plan de empresa. Sitio Contable y Fiscal. 2014. Visitado el 10/03/2022.
[2] Enumeramos las amenazas, debilidades, fortalezas y oportunidades.
[3] Las preceptivas correcciones, planes de contingencia, mantenimiento de las fortalezas y sacar el máximo provecho de las oportunidades.
[4] Empresario individual, sociedad limitada, cooperativa…
[5] Al menos realizar una previsión a tres años vista.