Fuente de la imagen: archivo propio |
Otra coletilla que me suena es “más bolos que la Piquer”, "bolo" entendido como actuaciones fuera de lo programado, más bien inesperadas o improvisadas. Pues bien, parafraseando esa expresión, aplicada a mi actividad profesional en este tiempo de pandemia, para sacar adelante los presupuestos mensuales, he hecho más trabajos no previstos inicialmente que los bolos que supuestamente hacia la Piquer. Pero lo anterior no lo consideres a modo de queja, todo lo contrario, agradecido estoy a la Providencia que permite seguir trayendo sustento al hogar.
Y es que, cuando "se cierran puertas", se abren otras o, incluso, ventanas y, por mucho que me guste estar en un solo sitio, es preferible "tocar en tropecientos saraos" que no tener ningún trabajo. La última colaboración, finalizada el jueves, ha estado relacionada con explotaciones agrícolas en el valle del río Benamargosa, en la Axarquía (Vélez Málaga, España), durante un mes y pico, entre aguacateros, mangos y maquinaria agrícola, que me recordó la otrora estancia en Mollina, que te conté en "Si el vino viene, viene la vida"[2]. Fuente de la imagen: archivo propio.
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[1] Diario Las Provincias. Confesiones de su hija Concha Márquez Piquer. 2008. Sitio visitado el 02/07/2021.
[2] Velasco Carretero, Manuel. Si el vino viene, viene la vida. 2005. Sitio visitado el 02/07/2021.