lunes, 7 de diciembre de 2020

Sufrir se sufre y cuesta evitarlo

Fuente de la imagen: archivo propio
Cuando estudiaba Derecho, recuerdo que algún que otro docente de Penal comentó mis aptitudes para con esta especialidad, pero al igual que con la administración concursal, mi sufrimiento operativo en el ejercicio de esa actividad jurídica es enorme. Probablemente me implique en demasía ¿camino de la excelencia? No lo sé, pero sufrir se sufre y cuesta evitarlo. Decía mi profesor Sergio, que en Derecho Penal hay que separar la emoción de la profesión, pero son dos vocablos que en modo profesional los concibo de la mano. 

Cierto que he bebido de interesantes fuentes docentes, como el nombrado Sergio, o Pablo, Eduardo… pero también de doctrina como la que, por motivos pedagógicos, he estado re-hojeando en el fin de semana pasado  y que tengo a bien referenciarte: Derecho Penal, de Santiago Mir Puig[1]. Dispongo de la octava edición (2009), pero una compañera (Gracias), me ha prestado la décima edición, que, entre otras reestructuraciones didácticas, incorpora la reforma del Código Penal (CP) de la LO 1/2015, que entró en vigor el uno de julio de 2015. 

En esa edición se tratan aspectos de interés para mí, como son los relativos a la responsabilidad penal de las personas jurídicas, que me vienen muy bien para el ejercicio del cumplimiento normativo en su variante Compliance Penal. Igualmente, observo la actualización en lo que a jurisprudencia y la bibliografía se refiere. Por último, detecto una revisión general de toda la obra, lo cual se agradece sobremanera. Parte de este texto se ha editado en el sitio book—post, bajo el título “Manual de Derecho Penal”. Fuente de la imagen: archivo propio. 
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[1] Mir Puig, Santiago. Dercho Penal. Parte General. Editorial Reppertor. 2009.