domingo, 18 de octubre de 2020

¿A opositar que vienen tiempos difíciles?

Fuente de la imagen: rvs 2020
¿Qué es una oposición? La Real Academia de la Lengua Española la define como el “conjunto de pruebas selectivas donde los aspirantes a un puesto de trabajo, generalmente en la Administración pública, muestran su competencia, que es juzgada por un tribunal”. En el ámbito de lo público lo entiendo como un proceso de selección reglado a través del cual las distintas Administraciones Publicas (locales, regionales, estatales, universitarias…) se nutren de profesionales, futuros funcionarios o funcionarias, para realizar las preceptivas funciones de los procedimientos que correspondan. Apunta Carlos Carrasco[1], que en mi país la forma de examinar tiene sus raíces en aquellos exámenes que en el siglo XVI debían aprobarse para ostentar el cargo de “Teniente de Corregidores”[2]. Siguiendo el compendio “La formación de funcionarios en España”[3], la Función Pública moderna instaurada en el siglo XIX trajo la regulación legal de los exámenes de acceso[4]

Realizo la introducción anterior porque recibo consultas en mi entorno de relaciones profesionales sobre la oferta de oposiciones en España, ya sea en materia de educación, como de justicia, prisiones, universidad, policía… o las ya tradicionales[5]. A priori, son lógicas estas preguntas, debido a mi relación profesional indirecta con el sector preparador de oposiciones, pero lo que me choca un poco es la edad media de los interesados (+50) y su perfil, abogados, economistas... que hasta antes de la pandemia estaban ejerciendo con distinto acierto pero el parón económico les obliga a sondear opciones laborales como la carrera funcionarial. En “Cara de funcionario” te contaba que hace unas décadas tuve un atisbo de meterme en el "cuerpo funcionarial", cuando trabajaba y estudiaba, presentándome, junto con mis amistades, a unas oposiciones de tres pruebas; aprobé el primer examen[6], pero no me presenté al segundo, porque pensé que no era lo mío. 

Comprendo que en estos momentos tan duros e inciertos, pretendamos reconducir nuestro futuro profesional hacia esos “muelles” de seguridad laboral, pero si todos queremos ser funcionarios ¿Quién realiza el resto de actividades necesarias para generar valor económico? Luego está la escasez en España de la mente emprendedora. En 2007, texto “Vocación emprendedora”, cuando andaba de socio de la entidad de capital riesgo M Capital (ver "El sufrido rol de accionista minoritario"), me hacía eco de los preocupantes resultados de una encuesta realizada por Andalucía Económica: En Andalucía en esa fecha había más universitarios (51%) que querían ser funcionarios y más padres que querían que sus hijos sean funcionarios (49%). Por si es de tu interés, a continuación inserto una lista de reproducción, alojada en el canal de Youtube, con comentarios a artículos de la Constitución Española  (art. 56, art. 66, art. 97, art. 108... Si quieres saltarte algún video, pulsa el menú de la esquina superior derecha del cajetín, clickea Aquí o accede al canal de Youtube), tutoriales de refuerzo a clases presenciales virtuales de preparación de oposiciones. Fuente de la imagen: rvs 2020.
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[1] Carrasco Canals, Carlos. La Burocracia en la España del Siglo XIX. Ed. Instituto de Estudios de Administración Local. 1975. 
[2] Ordenado por el rey Felipe II de España en 1560. 
[3] Instituto Nacional de Administración Pública. “La formación de funcionarios en España”. 2001. 
[4] A través del Real Decreto de 18 de junio de 1852, bajo el Gobierno de Bravo Murillo, durante el reinado de S.M. la reina Isabel II de España, que sin embargo no garantiza la inamovilidad en la condición de empleado público, preservando el fenómeno conocido como cesantía. 
[5] de auxiliar administrativo, administrativo, cuerpo de Gestión de la Administración Civil, Hacienda y Seguridad Social. 
[6] Cabreados los compis con mi suerte, porque decían que en tampoco tiempo era imposible prepararse el temario.