domingo, 2 de agosto de 2020

La mascarilla es para ti, no para la naturaleza

Fuente de la imagen: untovilordo en pixabay
No quiero que finalice esta semana veraniega y pandémica, a caballo entre julio, que por fin nos dejó, y el incierto agosto, sin referenciar la campaña "Recuerdos inolvidables. La mascarilla es para ti, no para la naturaleza", recientemente presentada por los Ministerios para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y de Consumo de mi país (MMs), con el objetivo de promover el uso de mascarillas protectoras y sensibilizar a los ciudadanos sobre los efectos del abandono de residuos higiénico-sanitarios en entornos naturales[1]. Y es que está demostrado que el uso de mascarillas es indispensable para poder hacer frente a la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, también mientras se disfruta de los espacios de alto valor natural que cubren, aproximadamente, el 30% del territorio. Sin embargo, el uso de estos protectores no puede agravar un problema que afecta a los entornos naturales a escala global: el abandono indiscriminado de residuos, en su mayor parte de origen plástico, un fenómeno conocido, en su acepción inglesa, como 'littering' y que el Gobierno de España ya incluye como uno de los indicadores para evaluar la calidad ambiental del país[2]

Otra cuestión que considero de interés es saber en qué contenedor se debe echar la mascarilla. Según los MMs, con carácter general, los residuos asociados a la protección frente al COVID-19 y, especialmente, las mascarillas guantes y otros equipos de protección personal, deberán depositarse en la fracción resto domiciliaria -el contenedor gris de residuos no separables- y en ningún caso podrán ser abandonados en la vía pública o en un entorno natural. Por otro lado, y al objeto de recudir el consumo de productos de un solo uso, se fomenta el uso de mascarillas higiénicas reutilizables (Especificación UNE 0065) para su uso por parte de la población; y se recomienda la utilización de guantes de un solo uso únicamente en circunstancias concretas, siendo en general preferible no emplearlos y ser rigurosos con las medidas de higiene, como lavarse frecuentemente las manos y evitar tocarse la cara[3]. A continuación inserto un spot de la campaña, alojada en Youtube cortesía de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Fuente de la imagen: untovilordo en pixabay.
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[1] Una mascarilla higiénica común, abandonada en un entorno natural, puede tardar en degradarse entre 300 y 400 años. Y, mientras desparece, puede afectar de múltiples formas a la flora y fauna del entorno, al agua y a los suelos que conforman ese espacio; o incluso acabar en el mar, uniéndose a los más de ocho millones de toneladas de residuos plásticos que se vierten anualmente a los océanos. 
[2] Para promover, por un lado, el uso de mascarillas en las salidas al campo, al bosque o a la playa; y, por otro, para alertar sobre el impacto de su abandono u olvido en entornos naturales, los MMs unen fuerzas en esta campaña. 
[3] Anualmente, el MITECO realiza campañas de caracterización de las basuras en playas del territorio nacional que, posteriormente, incorpora al perfil ambiental de España, que se publica anualmente. La serie temporal (2013-2018, último dato consolidado) refleja una creciente presencia de residuos abandonados en estos entornos y evidencia la predominancia de basuras plásticas, en torno a un 71% del total, seguido de papel y cartón, en torno a un 11%. Los residuos higiénicosanitarios, en donde se englobarían las mascarillas y guantes desechables, suponen en torno a un 6,5% del total.