jueves, 3 de octubre de 2019

La economía circular europea sigue en pañales

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
En “Socias en la sostenibilidad” (M. Velasco, 2018)[1], referenciaba el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente - European Enviroment Agency (EEA) "La economía circular[2] y la bioeconomía[3] - Socias en la sostenibilidad"[4], que muestra que las dos agendas políticas tienen objetivos y áreas de intervención similares, incluidos los residuos alimentarios, la biomasa y los productos biológicos[5], y que se beneficiarían de vínculos más fuertes, particularmente en diseño de productos e infraestructura, y colaboración en toda la cadena de valor. La Unión Europea (UE) entendía que la innovación tecnológica, que abarca el diseño de productos e infraestructura, debe integrarse en una innovación de sistemas más amplia que también aborde el comportamiento del consumidor, el uso del producto y la gestión de residuos. Ese era el tercer informe del Espacio Económico Europeo (EEE) sobre la economía circular que tenía como objetivo apoyar el encuadre, la implementación y la evaluación de la política europea de economía circular desde una perspectiva medioambiental. 

Los dos informes anteriores fueron: "Economía circular en Europa: desarrollo de la base de conocimiento" y "Circular por diseño - Productos en la economía circular". Pues bien, recientemente la EEA ha expresado que la economía circular europea todavía está en pañales. El informe “Allanando el camino para una economía circular: ideas sobre el estado y las posibilidades” hace balance de las iniciativas para crear una economía circular que reduzca el uso de los recursos naturales y minimice las emisiones y los desechos nocivos. Entiende que las empresas europeas están adoptando cada vez más modelos de negocio circulares, centrados principalmente en la eficiencia operativa y la reducción de residuos. El cambio de modelos de negocio basados ​​en productos a modelos de servicios es otro desarrollo prometedor. Los mayores obstáculos para una mayor aceptación de tales modelos parecen ser la cultura corporativa, los factores del mercado y la complejidad del sistema. 

Las encuestas indican que 21 de los 32 países miembros del EEE que respondieron ya apoyan iniciativas de economía circular. Los países utilizan la regulación y los instrumentos basados ​​en el mercado principalmente para el reciclaje, la recuperación de energía y la gestión de residuos, mientras que el diseño ecológico, el consumo y la reutilización suelen estar dirigidos a instrumentos de políticas más suaves como campañas de información y etiquetas. El nuevo informe también señala que monitorear el progreso en la economía circular necesita más inversión. Muchos datos relevantes, por ejemplo, sobre la fase de producción y consumo de los ciclos de vida del producto, no están disponibles en los sistemas de información establecidos, incluidas las estadísticas nacionales. El informe del EEA también señala que las políticas e iniciativas de economía circular requieren una mejor integración con las políticas de bioeconomía y clima. Fuente de la información: EEA.
___________________________________
[1] Velasco-Carretero, Manuel (2018). Socias en la sostenibilidad. Sitio visitado el 03/10/2019.
[2] Definen Haas, Krausmann y Wiedenhofer la economía circular como la táctica económica que tiene como fin ajustar los imputs de los materiales y la producción de desechos vírgenes, optimizando los flujos económicos y ecológicos de los recursos. 
[3] También conocida como "economía ecológica", economía derivada de la producción de recursos biológicos renovables y la conversión de estos recursos y los flujos de residuos en productos con valor añadido, como piensos, bioproductos o bioenergía. 
[4] Si quieres acceder al documento clickea el siguiente link: https://www.eea.europa.eu/publications/circular-economy-and-bioeconomy Activo el 03/10/2019. 
[5] La bioeconomía abarca la producción de recursos biológicos renovables y su conversión en alimentos, piensos, productos biológicos y bioenergía. Incluye la agricultura, la silvicultura, la pesca, la producción de alimentos y pulpa y papel, así como partes de las industrias química, biotecnológica y energética.