Fuente de la imagen: cartel divulgativo de la Semana |
Además de los actos durante la Semana de Helsinki, ya se han programado más de 1.000 actividades, que tendrán lugar a escala local, regional o nacional durante todo el año dentro y fuera de Europa. Todas las partes interesadas han convenido en resaltar los beneficios de la EFP, mostrar las oportunidades que ofrece y fomentar un itinerario educativo que pueda transformar la vida tanto de los jóvenes como de los más mayores.
Casi el 80 % de los jóvenes titulados de EFP encuentran un empleo poco después de su graduación[2]. Por este motivo, la Semana Europea de la Formación Profesional tiene como objetivo mejorar el atractivo de la educación y la formación profesionales destacando su excelencia y calidad. Además, la Semana fomenta la concienciación sobre las oportunidades múltiples que pueden ofrecer la educación y formación profesionales.
La EFP brinda una gran variedad de oportunidades de mejora de las capacidades y de reciclaje, de las que pueden beneficiarse tanto los empleados como los empleadores. Estas oportunidades ayudan a personas de todas las edades a adaptarse a los rápidos cambios del mercado laboral mejorando su potencial de empleo, en aras de garantizar empleos de alta calidad[3]. Fuente de la información: UE y CE. Fuente de la imagen: cartel divulgativo de la Semana.
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[1] La Semana Europea de la Formación Profesional, cuya primera edición se celebró en 2016, es una campaña anual destinada a promover la EFP y mejorar su imagen. Incluye actividades y actos a lo largo de todo el año y culmina con la Semana oficial en una ciudad designada. La Semana ha contado desde su inicio con un alto grado de compromiso y de apoyo por las partes interesadas, lo que se ha plasmado en el alcance de la campaña, con más de 2 000 actividades y actos y más de 2,4 millones de participantes en 2018.
[2] Los porcentajes de participación en la EFP han aumentado de manera constante a lo largo de los últimos años, ya que cada vez más personas se benefician de este itinerario educativo singular. En 2018: Casi el 80 % de los jóvenes titulados de EFP encontraron un empleo poco después de su graduación. Las tasas de desempleo juvenil registraron un mínimo histórico del 15,2 %. El 22 % de los europeos se consideraban «poco cualificados». El 48 % de los estudiantes participaron en la EFP. El 11 % de la población adulta europea participó en actividades de aprendizaje de adultos. El 72 %de las empresas ofrecieron oportunidades de formación a sus empleados (2015). El 49 % de los empleados tomaron parte en la formación profesional específica ofrecida por su empleador (2015).
[3] Permiten asimismo que las empresas subsanen sus deficiencias en materia de capacidades impartiendo educación y formación a sus plantillas con miras a elevar su competitividad en una economía como la nuestra, en rápida transformación.