Fuente de la imagen: portada del informe |
Por décimo año consecutivo la Fundación Conocimiento y Desarrollo ha presentado su encuesta anual “Barómetro CYD”, en esta edición correspondiente a 2015 (si quieres acceder al documento, clickea AQUÍ), que tiene como objetivo la elaboración de un diagnóstico sobre el papel de las universidades en la economía y la sociedad española, así como detectar la evolución reciente de sus tendencias más significativas. La vigente edición se ha realizado en el primer trimestre del año 2016 mediante 336 encuestas (Fuente de la imagen: portada del informe).
Para ello, se definieron dos tipos de preguntas. En las primeras se solicitaba a los expertos encuestados que valoraran la importancia que tienen diferentes aspectos vinculados a la relación de la universidad española con su ámbito de referencia. Estas preguntas se agrupaban en tres vectores: marco general, formación e inserción laboral y transferencia de tecnología. En las segundas se solicitaba a los expertos su opinión sobre la evolución en el último de las tendencias más significativas sobre la contribución de las universidades al desarrollo económico y social de España.
Los expertos están vinculados a tres tipos de ámbitos: el sistema universitario (rectores y presidentes de consejos sociales, entre otros), el sector empresarial (representantes de las cámaras de comercio y de las confederaciones empresariales y directivos de empresas españolas), y la Administración pública (miembros de distintos ministerios y directores generales de universidades de las comunidades autónomas, entre otros). Los expertos son seleccionados en base a su cargo o responsabilidad y en casos determinados, debido a su conocimiento e implicación en el tema.
Las conclusiones más relevantes se encuentran en relación a la incorporación de estudiantes en prácticas en las empresas, las relaciones de colaboración tecnológica entre las empresas y las Universidades, la idea de que la Universidad desarrolle políticas para atraer talento de todo el mundo, el papel de la formación universitaria como garantía de obtención de competencias y aptitudes tales como formación práctica, habilidades directivas, trabajo en equipo, idiomas o capacidad de análisis y que la empresa recurra a la universidad para realizar proyectos de investigación.