Fuente de la imagen: mvc elaboración propia |
Corría la etapa en la que sucedió lo que te relaté en el post “La genialidad y la chorrada”[1], cuando escuché por primera vez, del profesor de matemáticas, comentarios sobre un loco norteamericano, que después de concebir la teoría de juegos, enfermó de esquizofrenia. Después fui descubriendo quién era realmente ese “loco norteamericano”, un tal John Forbes Nash, si bien poco se había publicado sobre este Premio Nobel de Economía de 1994, aunque en cuarto de Empresariales, en la asignatura Técnicas Cuantitativas, volvió a flotar su nombre, ahora en el ambiente docente universitario.
Pero no fue hasta mucho más tarde, a principios de este siglo, cuando me enteré de la difícil vida de este ser humano cuya carta de recomendación para entrar en la Universidad de Princenton era sencilla y muy corta: “Este hombre es un genio”[2]. La culpable del nuevo refresco de su figura fue la peli “Una mente maravillosa”[3]. Pues bien, ayer conocía en varios medios de comunicación que nos ha dejado y pasado, espero, a mejor vida. Mientras leía la noticia, garabateé el dibujo que te dejo en el encabezado, en honor y respeto, deseando que donde esté su energía vital siga jugando con sus geniales teorías.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. La genialidad y la chorrada. 2007. Sitio visitado el 25/05/2015.
[2] Kuhn W., Harold; Sylvia Nasar (Eds.). «The Essential John Nash» (PDF). Princeton University Press. pp. Introduction, xi. http://press.princeton.edu/chapters/i7238.pdf Documento visitado el 25/05/2015.
[3] Que ya te referencié en “De juegos y prisioneros”. Velasco Carretero, Manuel. De juegos y prisioneros. 2014. Sitio visitado el 25/05/2015.