lunes, 19 de enero de 2015

Assalam Alaikum

Fuente de la imagen: igorovsyannykov en pixabay
En “
Cuestión de buena voluntad[1]  te comentaba que si ese post tenía aceptación, me comprometía a trasladarte ideas de protocolo negociador sobre Irlanda y Arabia. Pues bien, a la vista de la posición en el Trending topic blog últimos 7 días, lo prometido es deuda, así que esta mañana te escribiré brevemente sobre algunas pautas protocolarias a practicar con los árabes y el jueves que viene lo dedicaré a los irlandeses. Elijo Arabia en primer lugar porque puede que a corto plazo necesite refrescar esos conocimientos, consecuencia de un conflicto crediticio de una empresa con potentados de esos lugares, siempre que el órgano judicial me proponga de nuevo para retomar esas tareas negociadoras.

Comentaba Andrés que el apretón de manos con los árabes debe ser prolongado y suave, complementándolo con un beso en cada mejilla. Al dar la mano es conveniente la expresion "Assalam Alaikum", que significa "la paz esté contigo". El interlocutor previsiblemente responderá "Alaikum Assalam". Antes de empezar una conversación se puede preguntar ¿Cómo está usted? (¿Kaif halak?). En el saludo no es recomendable mantener la mirada al interlocutor, ya que puede ser interpretado como una actitud desafiante, siendo conveniente desviar la mirada hacia abajo, en actitud de sumisión. No es anormal ver a hombres que se toman la mano para caminar y charlar, al ser una manera de mostrar amistad y cordialidad hacia sus amigos o familiares.

Si no se ha establecido aún la confianza, debo procurar no departir de temas sensibles como son la religión, la manera de vestir o de política. Ya hace unas décadas Brhahim y Zeim, compañeros de la Diplomatura en Empresariales (Zeim también me acompañó en la licenciatura), me comentaban que no se comía ni se bebía con la mano izquierda (obviamente por ser la utilizada para otros menesteres higiénicos). También, suelen ser cercanos con sus invitados. Comenzar dando las gracias por la comida en el nombre de Allah (“Bismillahir Rahmanir Raheem”) y al terminar de nuevo agradeciendo a Alá los alimentos recibidos (“Al-Hamdu Lillahi Rabbil Aalameen”). 

Si no es necesario, no es conveniente criticar la comida o rechazar algún plato. Beber y comer con moderación (el exceso es contrario a las leyes islámicas).  En cuanto a los negocios, se dejan para la sobremesa, siendo el trato personal muy importante en las relaciones empresariales. No suelen decir un NO o un SÍ de forma rotunda, prefiriendo la forma indirecta, gustándoles tratar de casi todo de manera dilatada, sin ir directos al grano. Finalmente, para ellos la jerarquía es trascendental, por lo que solamente toman las decisiones importantes las personas con más poder en sus estructuras empresariales. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: igorovsyannykov en pixabay.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. Cuestión de buena voluntad. 2015. Sitio visitado el 19/01/2015.