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Agradablemente sorprendido me encontré ayer cuando la profesora de la disciplina Derecho Privado de los Contratos, Adriana, incorporó a la clase el recurso pedagógico de Twitter, con la preceptiva etiqueta (hashtag), para que, sobre la marcha, el alumnado pudiera anotar aquellas aportaciones, comentarios, percepciones… que estimara oportuno respecto a la temática tratada en directo. Aplaudo la iniciativa así como la valentía de la coordinadora del grado en Derecho de la Universidad Internacional de la Rioja y confieso que la voy a copiar en mi próxima ponencia en abierto (la semana que viene), si los organizadores y los participantes me lo permiten, claro.
No hace mucho, Pilar Romero Barello escribía en Serpadres[1], que el intercambio de tweets relacionados con la asignatura o el tema que estén tratando en el centro educativo, puede hacer más fácil la asimilación de los conocimientos. Para esta experta, twitter se puede utilizar con fines didácticos para sintetizar, para compartir, para aprender idiomas, para debatir, etc. La cuestión está, Pilar, en si los individuos retrógrados, mal llamados “maestros” o “profesores”, que desgraciadamente todavía moran por los colegios, institutos y universidades de la geografía española, están dispuestos a dejar paso a estos métodos pedagógicos y transparentes. Te dejo arriba una de mis participaciones[2].
#unircontratos @AdrianaPascualS En la #resolucióndelcontrato el incumplimiento debe ser definitivo, verdadero y propio.
— Manuel Velasco Carretero (@manuel_velasco) December 18, 2014
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[1] Romello Barello, Pilar. “Cómo
utilizar Twitter para sacar más partido a las clases”. Serpadres. Última
vez consultado: 19/09/2014.