martes, 12 de agosto de 2014

Altamente efectivo

Fuente de la imagen: Nature_Design en pixabay
En este cambio de época que nos toca vivir, en la gestión empresarial y profesional no sólo necesitamos ser eficiente, sino, sobre todo y más que nunca, ser eficaz, lo que se conoce como “altamente efectivo”. Ya
Peter Drucker en 1966, con su “The Efective Executive” (texto revisado en el 2002)[1] apuntaba que la regla de medir a todo buen ejecutivo que se precie es su habilidad para trabajar bien lo que se debe hacer para conseguir los objetivos. Asimismo, por mucho talento, imaginación. Inteligencia… que atesore, lo desaprovecharé todo si no dispongo de las adecuadas habilidades y hábitos para transformar mi tesoro en consecuencias proactivas. ¿Qué pericias o destrezas debo asimilar y accionar para ser efectivo? 

Estimo que sigue estando de actualidad lo que apuntaba el casi centenario autor en la década de los sesenta del siglo pasado: saber en qué invierto el tiempo, detectando y desterrando a los dilapidadores de tiempo; enfocarme en mi tributo a la organización y en cómo puedo mejorar esa contribución; ampliar mis fortalezas y las de mi equipo; establecer prioridades[2] y sistematizar perennemente la toma de decisiones en el sentido de una definición precisa de la cuestión, decidir, actuar y retroalimentación. Te dejo un vídeo, subido a Youtube por Valeria Benavides Mier, con unos apuntes sobre el libro referenciado (Fuente imagen: vídeo y elaboración propia). Imagen incorporada con posterioridad; fuente Nature_Design en pixabay.
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[1]  Drucker, Peter. The Efective Executive. Ed. Harperbusiness. 2006.
[2] Otra vez te recuerdo lo de “primero lo primero”, referenciado en el post “Primero las raíces”.